Cochabamba: falta de maíz pone en riesgo la producción de pollo
Productores de Cochabamba denuncian retrasos en la entrega de maíz subvencionado de EMAPA y temen desabastecimiento de carne de pollo en los próximos dos meses.
La producción avícola de Cochabamba, considerada la capital avícola de Bolivia, enfrenta una de sus crisis más delicadas de los últimos años. Los pequeños y medianos productores denuncian que la falta de maíz subvencionado por la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (EMAPA) está poniendo en riesgo la continuidad de la actividad y podría derivar en un desabastecimiento de carne de pollo en los mercados hacia fin de año.
Según Marlon Álvarez, representante de la Asociación de Pequeños y Medianos Avicultores (Asmypad), la situación se agravó en los últimos meses: "En julio recibimos solo el 50% de la dotación, en agosto no hubo entrega y en septiembre tampoco. Si esto sigue así, en 60 días veremos menos pollo en el mercado y un incremento inevitable en el precio".
Bolivia consume en promedio 50 kilos de carne de pollo per cápita al año, lo que convierte a esta proteína en la más accesible y popular del país. Solo en Cochabamba se produce cerca del 40% de la producción nacional, con más de 80 millones de pollos al año, de acuerdo con la Asociación Departamental de Avicultores (ADA).
La dependencia del maíz es clave: un pollo de engorde necesita entre 3,8 y 4 kilos de grano para llegar al peso de mercado. Cuando el grano falta o se encarece, los costos de producción se disparan y la oferta disminuye.
El precio oficial del maíz se ubica en 75 bolivianos el quintal, pero los productores denuncian que el abastecimiento es irregular y que deben recurrir a otros canales a precios mucho más altos. Esto golpea directamente a los pequeños y medianos avicultores, que hacen sus costos en base al precio oficial.
"Los más chicos no tenemos reservas privadas. Dependemos de lo que entregue EMAPA. Si no llega el maíz, trabajamos a pérdida", remarcan desde el sector.
Un problema recurrente
La escasez de maíz no es nueva. En 2023 y 2024 hubo protestas en Santa Cruz, La Paz y Cochabamba por la misma causa: retrasos en la distribución y falta de transparencia en la asignación del grano. La diferencia es que ahora la crisis amenaza con un desabastecimiento visible en la carne de pollo justo en la temporada de mayor consumo del año.
Los productores dieron un plazo hasta este martes para que el Gobierno garantice la entrega del grano. De no haber respuesta, anunciaron marchas y bloqueos en puntos estratégicos, incluyendo centros de distribución de EMAPA.
"Primero será una marcha, luego, si no hay solución, tendremos que afectar los puntos de distribución y buscar otras alternativas. No podemos seguir trabajando a pérdida", advirtió Álvarez.
De no regularizarse el suministro de maíz, el sector proyecta un escenario crítico:
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Reducción de la oferta: hasta un 25% menos de producción avícola en Cochabamba.
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Alza de precios: el kilo de pollo, que hoy promedia 15 a 17 bolivianos, podría subir a 20 o más.
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Impacto en los consumidores: sería la mayor suba en el precio del pollo en la última década.
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Competencia desigual: los pequeños productores serían los primeros en cerrar, mientras que las grandes integradoras resistirían con sus reservas privadas.
La crisis de los avicultores revela la dependencia estructural del maíz subvencionado para sostener la principal fuente de proteína animal del país. La falta de una política integral que asegure la producción y distribución del grano amenaza no solo a las granjas, sino también a la seguridad alimentaria de millones de familias bolivianas.