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Brasil activa su defensa en la OMC contra los aranceles de Trump: comienza una nueva disputa comercial

El gobierno de Lula da Silva solicitó consultas formales ante la OMC contra los aranceles del 50% aplicados por Estados Unidos sobre productos brasileños. La medida, impuesta por la administración Trump, reaviva tensiones entre las dos mayores economías del continente.

Una respuesta institucional a una ofensiva comercial

Brasil formalizó este miércoles una queja diplomática y legal ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) por los aranceles del 50% impuestos por Estados Unidos a sus exportaciones, medida adoptada bajo la administración de Donald Trump. Según confirmaron a la agencia AFP dos fuentes del gobierno brasileño, la misión brasileña en Ginebra presentó un pedido oficial de consultas al gobierno estadounidense, primer paso dentro del mecanismo de solución de diferencias de la OMC.

La controversia se desató a partir de la decisión unilateral de Washington de aplicar aranceles punitivos sobre una serie de productos agrícolas e industriales brasileños, argumentando prácticas "desleales" y un supuesto desequilibrio comercial. Para Brasil, en cambio, se trata de una medida arbitraria, discriminatoria y contraria a las reglas del comercio internacional, que no fue negociada bilateralmente ni autorizada por ningún órgano multilateral.

El pedido de consultas no implica aún el inicio de un panel de resolución de disputa, pero sí abre un plazo de 60 días para que ambas partes negocien una salida diplomática. Si no se alcanza un acuerdo, Brasil podrá pedir que se conforme un panel de expertos que evalúe la legalidad de los aranceles en el marco de los acuerdos de la OMC.

Desde el Palacio de Itamaraty, sede de la diplomacia brasileña, se indicó que la decisión busca proteger los intereses económicos del país y enviar un mensaje claro sobre el respeto a las normas multilaterales. La Cancillería trabajó en coordinación con el Ministerio de Desarrollo, Industria y Comercio y la representación permanente ante la OMC para sustentar la posición brasileña.

El trasfondo geopolítico y las consecuencias para el comercio regional

El conflicto emerge en un momento de alta tensión comercial a nivel global, con Estados Unidos reactivando medidas proteccionistas bajo la figura de "seguridad económica nacional" y con China, la Unión Europea y ahora Brasil tomando posiciones defensivas ante el avance de aranceles extraterritoriales.

La medida estadounidense golpea especialmente al sector agroexportador brasileño, uno de los más dinámicos del país, y podría afectar productos como carne, café, celulosa, azúcar, etanol, maquinaria, acero y aluminio, entre otros. Varias cámaras sectoriales ya venían presionando al gobierno de Lula da Silva para que actúe, ante la parálisis de contratos, la caída de precios internacionales y la necesidad de encontrar nuevos mercados.

Analistas comerciales ven también una dimensión política en la decisión brasileña: el gobierno de Lula busca mostrarse como defensor del orden multilateral, en contraposición al unilateralismo que caracterizó la política comercial de Trump. Además, la acción fortalece la posición brasileña en las negociaciones con China y la Unión Europea, al evidenciar su compromiso con reglas internacionales y no con acuerdos por presión.

La respuesta de EE.UU. será clave para determinar si el conflicto se resuelve en el marco del diálogo o escala hacia un panel arbitral con consecuencias jurídicas y comerciales más profundas. Si Brasil obtiene un fallo favorable, podría estar habilitado a aplicar contramedidas comerciales o solicitar compensaciones.

En paralelo, otros países de América Latina observan con atención este reclamo, ya que también podrían verse afectados por nuevas medidas proteccionistas impulsadas desde Washington. En ese sentido, la decisión brasileña podría marcar un precedente diplomático relevante para toda la región.

Agrolatam.com
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