Actualidad

Comercio Agrícola América Latina: China y EE.UU. Reavivan la tensión y abren nuevas oportunidades para el agro regional

El avance de las negociaciones entre Pekín y Washington reconfigura las expectativas del comercio agrícola latinoamericano.

Mientras Washington y Pekín reanudan contactos comerciales en un contexto de amenazas arancelarias, las cadenas agroalimentarias globales se ven alteradas. La disputa podría beneficiar a las exportaciones de soja y commodities agrícolas latinoamericanos, especialmente en el actual contexto de sobreoferta y necesidad de diversificación de mercados.

El viaje del principal negociador comercial de China, Li Chenggang, a Washington esta semana en medio de una nueva amenaza arancelaria de Donald Trump pone nuevamente al comercio mundial en vilo. Si bien el encuentro no forma parte de una sesión formal de negociación, el gesto de reactivar el diálogo sugiere una intención de evitar una ruptura definitiva en la frágil tregua arancelaria vigente.

Ambas potencias mantienen, desde el 11 de agosto, una prórroga de 90 días con aranceles del 30% a exportaciones chinas y del 10% a productos estadounidenses, especialmente agrícolas. Sin embargo, desde el entorno del expresidente Trump se lanzó una nueva amenaza: imponer aranceles de hasta 200% a productos chinos si no se acelera el envío de tierras raras, clave para la industria tecnológica y militar.

Latinoamérica, entre la tensión y la oportunidad comercial

Este nuevo giro en la relación China-EE.UU. tiene efectos directos sobre los flujos comerciales agroalimentarios globales. Con compradores chinos reduciendo sus adquisiciones de productos agrícolas estadounidenses -como la soja, ahora con un arancel del 23%- se abre una ventana para productores latinoamericanos, que cuentan con ventajas comparativas en la provisión de commodities.

Argentina, Brasil y Paraguay podrían capitalizar esta coyuntura, en particular por sus cosechas fuera del calendario norteamericano y por su capacidad de abastecimiento de productos con valor agregado. El desplazamiento de proveedores genera una reconfiguración en las cadenas de valor agroalimentarias, sobre todo en un momento de alta volatilidad de precios FOB y logística internacional.

"Modo supervivencia" en China, acumulación en EE.UU.

Mientras en EE.UU. los minoristas adelantan compras de cara a la temporada de fin de año, los productores chinos reconocen estar en "modo supervivencia", presionados por la pérdida de competitividad y el aislamiento del mayor mercado consumidor del planeta. Pekín busca nuevos destinos para evitar la parálisis del sector exportador, incluyendo mayor apertura a mercados emergentes.

En paralelo, el embajador chino en Washington, Xie Feng, criticó duramente las políticas comerciales de la Casa Blanca, acusando a Trump de "manipulación política" por intentar restringir la compra de tierras agrícolas por parte de países "adversarios extranjeros", como China. Esto reaviva el debate sobre soberanía alimentaria, inversiones y acceso a tecnología en el ámbito agrícola.

El 11 de agosto, ambos países pactaron prorrogar la tregua por 90 días

El 11 de agosto, ambos países pactaron prorrogar la tregua por 90 días


Tierra fértil para la diplomacia agroexportadora latinoamericana

Expertos como Xu Tianchen, del Economist Intelligence Unit, destacan que China podría utilizar este nuevo escenario para negociar acceso a tecnologías estadounidenses a cambio de mayor apertura comercial. Al mismo tiempo, se espera que intente reducir los aranceles que aún pesan sobre sus exportaciones, incluidos productos agroindustriales con alto valor agregado.

América Latina -con su creciente integración en acuerdos como el MERCOSUR, la Alianza del Pacífico y el T-MEC (en el caso mexicano)- se encuentra ante una oportunidad geopolítica para diversificar mercados, mejorar su infraestructura de exportación y fortalecer la trazabilidad de sus productos.

Agrolatam.com
Esta nota habla de: