Cuba cuestiona el orden global en la Cumbre sobre Sistemas Alimentarios de la ONU
Durante su intervención en Roma, el gobierno cubano denunció la desigualdad estructural que afecta la producción y el acceso a los alimentos. También reclamó el fin de las sanciones unilaterales que obstaculizan la seguridad alimentaria en países en desarrollo.
En la Cumbre de Sistemas Alimentarios, Cuba pidió un modelo más justo para los pueblos del sur
En el marco de la Cumbre Ministerial sobre Sistemas Alimentarios Sostenibles, celebrada en la sede de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en Roma, Cuba volvió a alzar su voz contra el actual orden internacional, al que calificó como "injusto, desigual y contrario a los intereses de los países en desarrollo".
La intervención estuvo a cargo del viceprimer ministro Jorge Luis Tapia Fonseca, quien representó a la isla caribeña en el foro que reunió a representantes de más de 100 países para debatir estrategias hacia sistemas alimentarios más equitativos, resilientes y sostenibles.
Cuba denuncia bloqueos y desequilibrios estructurales que afectan la soberanía alimentaria
Tapia Fonseca señaló que, a pesar de las declaraciones de compromiso global, los pueblos del sur siguen siendo los más afectados por las crisis alimentarias, los efectos del cambio climático y las barreras comerciales impuestas por los países industrializados. En particular, denunció que las medidas coercitivas unilaterales impuestas contra Cuba "violan el derecho a la alimentación de nuestro pueblo".
El viceprimer ministro aseguró que la seguridad alimentaria no puede desvincularse de la justicia económica internacional, y que los países en desarrollo deben tener acceso real a financiamiento, tecnologías agropecuarias, mercados justos y condiciones de intercambio equilibradas. "No puede haber sistemas alimentarios sostenibles en un mundo atravesado por la desigualdad estructural", expresó.
En su discurso, también hizo referencia al impacto que tiene el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos a Cuba, al que responsabilizó de limitar las capacidades productivas de la isla, obstaculizar la adquisición de insumos y encarecer las importaciones esenciales para la agricultura.
A pesar de ello, Tapia destacó que Cuba continúa avanzando en su transformación agroalimentaria interna, impulsando la producción local de alimentos, fomentando prácticas agroecológicas y fortaleciendo la participación de cooperativas y agricultores familiares.
La posición de Cuba fue acompañada por representantes de otros países del G77 + China, quienes coincidieron en la necesidad de reformar el sistema financiero internacional, democratizar el comercio agrícola global y garantizar el derecho humano a la alimentación.
La Cumbre sobre Sistemas Alimentarios es una continuación del proceso iniciado en 2021 por Naciones Unidas, con el fin de transformar los modelos de producción, distribución y consumo de alimentos a nivel mundial, en línea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Sin embargo, la brecha entre declaraciones y acciones concretas sigue siendo un reclamo central de los países del sur.
Organizaciones sociales y de la sociedad civil presentes en la cumbre también advirtieron sobre la influencia de grandes corporaciones en la toma de decisiones y la necesidad de que las voces campesinas y de pueblos originarios tengan mayor participación en los espacios de gobernanza alimentaria.
Para Cuba, el camino hacia la soberanía alimentaria pasa por el fortalecimiento del modelo agroecológico, el desarrollo de capacidades locales y la cooperación sur-sur. Pero también -reafirmó Tapia-, por un entorno internacional más equitativo y libre de sanciones.