Plan Estratégico de Diésel en la Mira: ¿Llegará a Todos los Productores?
Autoridades y gremios agroindustriales de Bolivia estrechan filas en Santa Cruz, para asegurar que flujos de diésel impulsen la campaña agrícola de invierno, mientras se elevan las tensiones en surtidores y aumentan las demoras en la siembra.
En un momento crítico para el calendario agrícola boliviano, autoridades del Gobierno nacional y representantes del sector agroindustrial sostuvieron una reunión estratégica en Santa Cruz para coordinar la distribución prioritaria de diésel en apoyo a la campaña agrícola de invierno. La medida busca evitar un desabastecimiento que podría afectar miles de hectáreas cultivables en plena etapa de siembra.
El encuentro, liderado por el ministro de Desarrollo Rural y Tierras, Yamil Flores Lazo, reunió a representantes de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo) y ejecutivos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB). El objetivo central fue establecer mecanismos logísticos y de despacho que permitan agilizar el acceso al combustible en regiones productoras.
El ministro aseguró que el Ejecutivo ya ha demostrado anteriormente su capacidad para garantizar el suministro de combustible durante campañas agrícolas, y reiteró el compromiso estatal para sostener esta política en el actual ciclo productivo. Sin embargo, en las zonas rurales persisten las filas en surtidores y los retrasos en la distribución, lo que genera incertidumbre en los productores.
Desde el sector agropecuario, la alerta es clara. Según estimaciones de la CAO, el agro demanda anualmente cerca de 2.400 millones de litros de diésel, pero a la fecha solo se ha abastecido cerca del 16 % de ese volumen. Esto genera cuellos de botella en la maquinaria agrícola, transporte y logística de insumos, elementos vitales para asegurar el rendimiento de la campaña de invierno.

A la fecha, ya se han sembrado más de un millón de hectáreas, pero aún restan aproximadamente 400.000 hectáreas por cubrir, muchas de las cuales dependen del abastecimiento inmediato de diésel. La demora compromete el cumplimiento de los cronogramas técnicos de siembra, incrementando el riesgo de pérdidas de rendimiento.
Además, los recientes bloqueos en rutas de Cochabamba han afectado gravemente a sectores como el lechero, porcino y avícola, dificultando el traslado de alimentos y ocasionando pérdidas económicas considerables. La situación podría forzar incluso el cierre de granjas en zonas altamente productivas si no se regulariza el flujo de combustible y se restablece la logística de transporte.
Desde la ANH se indicó que el abastecimiento está supeditado a la capacidad de transporte y almacenamiento de YPFB, y que se espera una regularización en los próximos días. No obstante, desde los gremios se reclama mayor previsión y coordinación interinstitucional para evitar estos cuellos de botella recurrentes.
La falta de diésel no solo impacta en el corto plazo. A nivel macro, compromete la competitividad agroexportadora, incide en la seguridad alimentaria interna y afecta la balanza comercial agropecuaria. También pone en evidencia las debilidades estructurales de la infraestructura logística, así como la necesidad de mayor resiliencia y diversificación energética en el sector agropecuario.