Bolivia

Escasez de diésel y alza del sorgo ponen en riesgo la cadena avícola en Bolivia

La falta de combustible frena el transporte de aves e insumos, mientras el precio de la alimentación sube, amenazando con encarecer el pollo para el consumidor final.

El desabastecimiento de diésel en Bolivia ya no solo afecta al transporte urbano o la construcción: también amenaza a la cadena avícola, responsable de abastecer a millones de consumidores con carne de pollo y huevos. La paralización parcial de camiones en rutas y el encarecimiento de la logística generan preocupación entre productores, que advierten un posible impacto directo en el precio final del producto.

Cada día, el país moviliza alrededor de 770.000 pollos, lo que implica que más de 200 camiones deben salir desde granjas para abastecer mataderos y centros de distribución. Con la escasez de diésel, algunos transportistas recurren al combustible ULS o compran a revendedores a precios que oscilan entre Bs 8 y Bs 10 por litro, muy por encima del precio oficial. Cada parada forzada o retraso significa un costo adicional que, tarde o temprano, se traslada al consumidor.

Impacto en producción y costos

A la crisis de combustible se suma el aumento sostenido del sorgo, insumo clave en la alimentación de las aves. Mientras en 2023 el quintal se pagaba en torno a Bs 65, hoy ronda los Bs 100, encareciendo significativamente la producción. De acuerdo con estimaciones del sector, la avicultura consume anualmente 1,8 millones de toneladas de alimento, incluyendo 1,2 millones de toneladas de maíz y sorgo, y unas 600.000 toneladas de soya y otros insumos.

Los productores del interior, que concentran el 38% de la producción nacional (frente al 62% en Santa Cruz), enfrentan además dificultades para recibir pollitos y materias primas, lo que podría reducir la oferta de carne de pollo a nivel nacional. El riesgo es mayor considerando que, según datos oficiales, el consumo per cápita de esta proteína pasó de 38 kilos en 2023 a 46 kilos en 2024, consolidándola como la más demandada del país.

En los últimos años, la producción avícola mostró un crecimiento constante: de 394.688 toneladas de carne en 2019 a 430.844 toneladas en 2023, con un récord de 513,8 millones de kilos en 2022. Sin embargo, la actual combinación de problemas logísticos y encarecimiento de insumos podría frenar esta tendencia.

La situación deja en evidencia la vulnerabilidad de la cadena de suministro ante la falta de combustible y el aumento de costos de alimentación. En un contexto donde la carne de pollo es el principal aporte proteico para los hogares bolivianos, el sector advierte que se requieren soluciones urgentes para evitar un alza significativa en el precio al consumidor y preservar la estabilidad productiva.

Agrolatam.com
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