Celvy Orellana, alcaldesa de Carmen Rivero Tórrez, alertó que los incendios forestales están fuera de control y se originan, en muchos casos, por descuidos humanos en la carretera Bioceánica. La zona se encuentra en emergencia y las autoridades reclaman recursos antes de que inicie formalmente la temporada de chaqueo.

La preocupación en la Chiquitanía crece mientras los focos de calor reaparecen en áreas sensibles a los incendios. En el municipio de Carmen Rivero Tórrez, ubicado en el departamento de Santa Cruz, la alcaldesa Celvy Orellana confirmó que la situación es crítica y que ya se han activado las medidas locales para frenar el avance del fuego.

El foco principal comenzó en la comunidad de Candelaria, cerca de la carretera Bioceánica, cuando personas encendieron una fogata y la dejaron mal apagada. El incendio avanzó un kilómetro y llegó a afectar una estancia rural, aunque pudo ser controlado.

Emergencia sin recursos suficientes y sin apoyo militar

"Estamos en emergencia", afirmó Orellana al explicar que, si bien el fuego fue contenido, la falta de equipamiento y prevención deja a los municipios vulnerables. Según detalló, ya han solicitado con antelación que los operativos de control comiencen desde julio y que las Fuerzas Armadas se involucren antes de que el chaqueo empiece formalmente en agosto.

Actualmente, la región opera bajo una alerta amarilla emitida por la Gobernación de Santa Cruz, lo que implica monitoreo activo pero con recursos aún limitados. "Necesitamos una cisterna más chica y una cuadratrack para facilitar la movilidad de los bomberos, sobre todo para recargar mochilas con agua", reclamó la alcaldesa.

Los incendios forestales en la Chiquitanía suelen intensificarse entre agosto y noviembre, coincidiendo con la época de chaqueo. Por eso, las autoridades temen que los focos que ya se registran en julio sean solo el anticipo de una temporada especialmente grave si no se refuerzan los recursos y la prevención.