María del Carmen Bonilla sería la nueva subsecretaria de Hacienda en México
La economista asumiría tras cinco meses vacante el cargo, en un contexto de tensiones con EE.UU. y retos para Pemex y la economía nacional.
La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, enviará al Congreso la propuesta para designar a María del Carmen Bonilla como nueva subsecretaria de Hacienda, un cargo clave que permaneció vacío durante cinco meses. Bonilla, que desde 2021 encabeza la Unidad de Crédito Público y Asuntos Internacionales, ha diseñado las emisiones de bonos del gobierno y gestionado instrumentos de financiamiento para proyectos estratégicos.
Su llegada coincide con un momento delicado para la economía mexicana. El país ha sorteado por poco una recesión técnica, afectado por la caída del consumo interno, la incertidumbre en la inversión extranjera y tensiones comerciales con Estados Unidos, su principal socio. Los recientes aranceles impuestos por Washington han golpeado sectores clave, reduciendo el atractivo de México para nuevos capitales.
Retos financieros, energéticos y productivos
Uno de los principales desafíos para la próxima subsecretaria será la estrategia financiera de Petróleos Mexicanos (Pemex), cuya producción se encuentra en niveles históricamente bajos. El plan del gobierno apunta a lograr la autosuficiencia financiera en 2027, aumentar la producción y asegurar estabilidad en las finanzas públicas a través de medidas como la cobertura petrolera anual, un mecanismo de protección ante caídas abruptas en el precio internacional del crudo.
La gestión de Bonilla también tendrá impacto indirecto en la agricultura y el sector agroexportador, especialmente por su papel en las negociaciones financieras y comerciales con Estados Unidos. Las tensiones arancelarias afectan no solo a manufacturas y energía, sino también a productos agroalimentarios, donde México mantiene una posición de liderazgo en envíos de frutas, hortalizas y café. Un manejo adecuado de la política fiscal y de incentivos podría ser decisivo para mantener la competitividad de estos sectores en el mercado estadounidense.
En foros internacionales, Bonilla ha promovido los bonos sostenibles de México, un instrumento que podría canalizar recursos hacia proyectos de infraestructura rural, sistemas de riego y modernización logística para el campo. También ha explicado cómo los fideicomisos y los bonos convertibles han servido para financiar obras estratégicas, desde carreteras hasta modernización de puertos, infraestructuras que pueden beneficiar directamente a productores y exportadores.
Con una trayectoria que incluye experiencia en el Instituto Mexicano del Seguro Social, y en banca internacional en HSBC y Santander, Bonilla combina conocimiento técnico con manejo de mercados financieros globales. Es licenciada en Finanzas Corporativas y Banca por la Universidad Anáhuac de México, y su perfil apunta a un enfoque pragmático, con énfasis en la estabilidad macroeconómica y la atracción de inversión.
El nombramiento llega en un momento en que México necesita equilibrar sus cuentas públicas, sostener su producción energética, fortalecer su posición comercial y asegurar que sectores estratégicos -como el agroalimentario- mantengan su ritmo de crecimiento a pesar de los vientos en contra en la economía global.