Ruptura Diplomática Inesperada: Nicaragua rompe con la Agencia de Refugiados de la ONU
En una medida que sacude la región, Nicaragua anuncia la ruptura con ACNUR, agravando un distanciamiento creciente con organismos internacionales. ¿Qué está detrás de esta escalada y qué impacto tendrá en Centroamérica?
En una decisión que marca un nuevo hito en su confrontación con organizaciones internacionales, el gobierno de Nicaragua -liderado por Daniel Ortega y Rosario Murillo- anunció hoy su retirada de la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR), según informó la Cancillería en una carta oficial
Ésta es la séptima ruptura de Managua con agencias de Naciones Unidas en los últimos cinco meses, tras salidas de la FAO, el Consejo de Derechos Humanos, la OIT, la OIM, la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y UNESCO.
Las autoridades nicaragüenses justificaron la medida alegando "manipulación, doble rasero e injerencia en asuntos internos", afirmando que organismos como ACNUR actúan al servicio de potencias que desconocen la soberanía del país.
La tensión alcanzó un punto crítico tras un comunicado de ACNUR del 9 de mayo, que alertaba sobre la precariedad en la atención a casi 194.000 refugiados y solicitantes de asilo nicaragüenses en Costa Rica, debido a recortes presupuestarios del 41% en la financiación de los servicios esenciales. Esa comunidad representa casi el 4% de la población costarricense y es la más numerosa entre quienes huían por razones sociopolíticas desde abril de 2018
Escalada de ruptura institucional: Siete organismos de la ONU abandonados en cinco meses reflejan una estrategia clara de distanciamiento de Managua respecto a organismos multilaterales.
-
Crisis migratoria regional: Más de 194.000 nicaragüenses desplazados en Costa Rica, con una caída del 77% en la capacidad operativa de ACNUR en ese país, según los mismos reportes
-
Soberanía vs. Valores Internacionales: El gobierno justifica su postura en una defensa de la soberanía nacional, rechazando lo que considera una intromisión de ACNUR en asuntos políticos internos.
Implicancias y desafíos
-
Deterioro humanitario: La salida de ACNUR podría dejar sin respaldo institucional a miles de nicaragüenses refugiados y solicitantes de asilo en la región.
-
Aislamiento internacional: La dinámica revela una postura cada vez más confrontativa hacia el multilateralismo, con riesgos de sanciones o pérdida de canales de cooperación.
-
Presión sobre países receptores: Costa Rica y otros países vecinos podrían enfrentar mayores tensiones mientras se debilitan los mecanismos de respuesta coordinada a la migración.
Al constituirse en la séptima ruptura en cinco meses, la salida de Nicaragua de ACNUR profundiza una tendencia clara: la consolidación de un discurso autoritario que prioriza la soberanía nacional por encima de los compromisos multilaterales en migración y derechos humanos. Sin embargo, esta postura podría agravarse en la práctica sobre las condiciones de vida de los refugiados y el rol de Centroamérica como región de tránsito y acogida.
La evolución de esta crisis tendrá relevancia en interlocuciones futuras con la ONU y socios regionales, colocando a Nicaragua en un rumbo de confrontación que ya afecta a poblaciones vulnerables.
