Panamá emerge como un protagonista regional con tres grandes desafíos estratégicos que definen su posicionamiento global.

1. Productividad récord en Latam

Según la CEPAL, Panamá lideró el aumento de productividad laboral en América Latina durante casi dos décadas, registrando un crecimiento del 151% y posicionándose con el mayor PIB por hora trabajada en 2024 . Este salto refleja mejoras en capital humano, infraestructura y tecnificación.

2. Canal y tensiones geopolíticas

Las negociaciones con EE.UU. sobre la modernización de torres de control del Canal revelan el trasfondo estratégico de la vía interoceánica  Panamá también ha alertado a la ONU por declaraciones del expresidente Donald Trump sobre "recuperar" el Canal  evidenciando sensibilidad ante presiones externas y la necesidad de defender su soberanía.

3. Búsqueda de ser hub de inversiones sostenibles

Con una economía dinámica y conectividad privilegiada, Panamá apuesta a consolidarse como centro regional de inversiones sostenibles en logística, digital, energía y agro. Incentivos fiscales y esfuerzos por atraer capitales verdes refuerzan esa aspiración.

Retos transversales

• Desigualdad estructural: Pese a ser un país con ingresos altos, Panamá tiene un coeficiente de Gini de 48,9, significando alta desigualdad.

• Diversificación económica: Aunque sectores como construcción, comercio, turismo y logística son motores, el crecimiento se moderó al 2,2% en el primer semestre de 2024.

• Sostenibilidad vs. presión global: El país debe equilibrar sus ambiciones de desarrollo con la defensa de su autonomía soberana frente a actores globales.

Panamá se posiciona como ejemplo de productividad en América Latina, mientras negocia complejas relaciones geopolíticas y busca consolidarse como plataforma de inversiones verdes. No obstante, la persistente desigualdad y las tensiones corporativas y diplomáticas representan desafíos estructurales que exigirá abordar con políticas integrales.