El conflicto que no cede: el paro arrocero en Colombia entra en su décimo día con millonarias pérdidas
Productores mantienen bloqueos mientras el gobierno intenta contener una protesta que ya superó los $25.000 millones en pérdidas. Las mesas de diálogo avanzan sin acuerdos definitivos y crece la tensión en las zonas arroceras.
El paro arrocero ya lleva diez días en Colombia y, lejos de resolverse, el conflicto parece escalar. Productores de los departamentos de Meta, Tolima y Huila mantienen bloqueos en puntos clave del país mientras denuncian la falta de avances reales en la negociación con el gobierno nacional.
Según estimaciones del sector, las pérdidas económicas superan los 25.000 millones de pesos colombianos, afectando tanto a los productores como a las cadenas de distribución y comercio.
Exigencias sin respuesta
Los arroceros exigen intervenciones urgentes para salvar al sector, que atraviesa un momento crítico debido a los altos costos de producción, bajos precios en el mercado y la competencia con arroz importado. La importación masiva de arroz desde Ecuador, Perú y Bolivia bajo los acuerdos de la Comunidad Andina ha sido uno de los principales detonantes del descontento.
"Estamos produciendo a pérdida. No podemos competir con arroz importado que entra con subsidios. El Estado nos dejó solos", aseguró uno de los voceros del paro en el Meta.
Avances parciales y tensión persistente
Si bien se han instalado mesas técnicas con la participación del Ministerio de Agricultura y representantes gremiales, aún no hay un acuerdo definitivo. La última propuesta del Gobierno, que incluye un esquema de compras públicas, no ha sido suficiente para desactivar la protesta.
El presidente de Fedearroz, Rafael Hernández, sostuvo que los compromisos asumidos por el Gobierno deben concretarse rápidamente, especialmente en lo que refiere a la implementación del Plan Nacional de Ordenamiento de la Producción y la protección del cultivo nacional frente a las importaciones desleales.
Bloqueos y presión en los territorios
Mientras se intenta avanzar en Bogotá, las protestas continúan en terreno. Los bloqueos en vías estratégicas del Meta y Huila han generado interrupciones en el abastecimiento de alimentos, combustibles y servicios básicos. Algunos gremios transportistas y comerciantes locales han comenzado a expresar preocupación por las consecuencias indirectas del paro.
En ciudades como Villavicencio y Neiva, la tensión va en aumento y las autoridades locales han pedido al Gobierno nacional acelerar las soluciones. La Defensoría del Pueblo ha hecho llamados para evitar confrontaciones y garantizar los derechos fundamentales de la población.
Un sector clave en crisis
El arroz es uno de los cultivos más estratégicos para la seguridad alimentaria colombiana. Colombia tiene más de 500.000 hectáreas dedicadas al arroz y genera cerca de 400.000 empleos directos e indirectos. Por eso, lo que está en juego no es solo una negociación puntual, sino el futuro de un pilar de la agricultura nacional.
A medida que los días pasan y no se alcanza un pacto claro, crece la incertidumbre. Productores, comercializadores y consumidores están a la espera de un acuerdo que detenga el deterioro. Pero por ahora, la cosecha de arroz sigue paralizada y la tensión sigue en aumento.