Huelga en Senacsa amenaza operaciones de la carne paraguaya
Del 2 al 4 de octubre, sindicatos del servicio veterinario oficial realizarán un paro en reclamo de un aumento salarial, lo que podría generar demoras en exportaciones y controles.
El sector pecuario de Paraguay enfrenta tres días de incertidumbre. Tras el fracaso de las negociaciones entre autoridades y sindicatos, el Servicio Nacional de Calidad y Salud Animal (Senacsa) confirmó que entre el 2 y el 4 de octubre se llevará a cabo una huelga impulsada por tres de los cinco gremios de la institución. Los trabajadores exigen un aumento salarial del 40 % a partir de enero de 2026, una demanda que no encontró acuerdo conciliatorio en las últimas rondas de diálogo.
La medida preocupa a los frigoríficos y a toda la cadena de exportación de carne, dado el rol clave que cumple Senacsa en certificaciones, controles sanitarios y trámites vinculados al comercio internacional de productos de origen animal. Aunque la institución garantizó servicios mínimos, el paro impactará en el ritmo habitual de las operaciones.
Servicios en riesgo y efectos posibles
El plan de huelga contempla la suspensión o ralentización de funciones esenciales como:
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Certificaciones en frigoríficos de exportación y mataderos de consumo interno.
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Controles sanitarios en puestos de frontera y puntos críticos de ingreso.
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Procesos de laboratorio y atención de sospechas de enfermedades en animales.
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Trámites de importación y exportación (VUE-VUI) de productos y subproductos de origen animal, alimentos balanceados, insumos veterinarios, animales vivos y material genético.
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Desarrollo de ferias y remates ya calendarizados.
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Procesos administrativos como atención a proveedores, contrataciones, mesa de entrada y tesorería, que también podrían registrar demoras.
La magnitud del paro dependerá del nivel de adhesión en las distintas áreas, pero el sector privado ya alertó que cualquier interrupción en certificaciones oficiales puede afectar el cumplimiento de contratos de exportación y comprometer la confianza de los mercados internacionales que compran carne paraguaya.
Paraguay se ha consolidado en los últimos años como uno de los principales exportadores de carne bovina de Sudamérica, con destinos como Chile, Taiwán, Israel y recientemente Estados Unidos. La continuidad de las certificaciones veterinarias oficiales resulta esencial para garantizar la trazabilidad sanitaria, un requisito clave en los mercados más exigentes.
Desde el organismo, no obstante, aclararon que por su carácter de institución que presta servicios imprescindibles se implementarán guardias mínimas para asegurar la atención de emergencias sanitarias y el mantenimiento de operaciones básicas.
El trasfondo de la medida está en la disputa salarial. Los sindicatos sostienen que el retraso en las mejoras perjudica la capacidad de atracción y retención de profesionales, mientras que la institución recuerda que ya se avanzó en un esquema gradual de recomposición.
El Senacsa informó que a partir de 2026 se crearán 571 nuevas categorías salariales, con un incremento inicial del 25 % para los funcionarios de menores ingresos, lo que beneficiará a alrededor del 75 % de la plantilla. El resto recibirá los ajustes en una segunda etapa.
Pese a estas medidas, los gremios consideran insuficiente la propuesta y mantienen la presión con el paro de tres días, que tendrá lugar en una coyuntura sensible para el mercado cárnico, justo cuando los frigoríficos intensifican envíos a mercados externos y las ferias ganaderas organizan sus últimas rondas del año.
El conflicto expone la tensión entre la necesidad de mejorar las condiciones laborales de los funcionarios del Senacsa y el desafío de garantizar la continuidad de un servicio estratégico para el país, cuyo prestigio internacional depende de la regularidad y seriedad de sus certificaciones sanitarias. Para productores y exportadores, cada día de demora en estos procesos puede significar pérdidas económicas y riesgos en la relación con compradores internacionales.