Perú apuesta por nuevas Zonas Económicas Privadas y la Ley Agraria para impulsar exportaciones hacia 2030
El Mincetur proyecta que, con la implementación de las ZEEP y los beneficios de la nueva Ley Agraria, el país podría superar los US$ 100 mil millones en exportaciones antes del 2030. Chancay aparece como el primer punto estratégico.
El Perú se prepara para dar un salto cualitativo en su estrategia de comercio exterior. Con la reciente aprobación de la ley marco de las Zonas Económicas Especiales Privadas (ZEEP) y la promulgación de la nueva Ley Agraria, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo (Mincetur) proyecta que el país podría superar los US$ 100 mil millones en exportaciones antes del año 2030.
La titular de Comercio Exterior y Turismo explicó que el nuevo marco legal permitirá abrir espacios para que el sector privado promueva y administre zonas económicas con beneficios tributarios y logísticos, destinadas a atraer inversiones de gran escala. La primera experiencia podría concretarse en el megapuerto de Chancay, que se perfila como nodo estratégico para conectar a Perú con los mercados asiáticos.
La ley establece que el Mincetur será responsable de aprobar, supervisar y fiscalizar las propuestas privadas para constituir estas zonas, mientras que el Ceplan evaluará las regiones con mayor viabilidad para el desarrollo de proyectos. El objetivo es descentralizar el crecimiento y atraer inversiones en sectores productivos, industriales, tecnológicos y logísticos.
A la par, la nueva Ley Agraria (Ley N.º 32434) introduce un régimen especial para el sector agroexportador. Desde 2026, las empresas agroexportadoras pagarán un Impuesto a la Renta del 15% durante 10 años, una medida que busca impulsar la competitividad en un sector clave para las exportaciones peruanas. La norma también promueve la formalización de pequeños productores, el desarrollo de semillas mejoradas, la adopción de prácticas de agricultura orgánica y regenerativa, así como la incorporación de tecnología para mejorar la productividad.
Según el Mincetur, la combinación de ambas políticas permitirá diversificar la oferta exportadora hacia productos con mayor valor agregado, atraer nuevas inversiones y consolidar al Perú como un hub comercial en Sudamérica. El ministerio estima que, de mantenerse el ritmo de crecimiento actual, el país superará las metas previstas, considerando que en julio de este año ya se alcanzaron US$ 49 mil millones en exportaciones, sobre una meta de US$ 80 mil millones para 2025.
No obstante, las iniciativas también han despertado críticas y cuestionamientos. Diversos analistas advierten que los beneficios tributarios podrían favorecer en mayor medida a las grandes agroexportadoras, reduciendo la recaudación fiscal en más de S/ 1.800 millones anuales. Además, señalan que aún persisten cuellos de botella no tributarios, como la falta de infraestructura portuaria y vial, la saturación logística y los problemas de acceso al agua, factores que limitan la competitividad de la cadena agroexportadora.
A pesar de ello, el interés internacional por el Perú se mantiene. Sectores como agroindustria, automotriz, energías renovables, forestal, infraestructura y tecnología ven en las ZEEP una oportunidad para instalar proyectos de gran escala. El Corredor Bioceánico aparece también como pieza clave para optimizar costos logísticos y abrir rutas hacia el mercado asiático.
El desafío será equilibrar los incentivos tributarios con políticas que garanticen una distribución más equitativa de los beneficios en el territorio y entre los distintos actores del agro. Para el gobierno, las ZEEP y la nueva Ley Agraria representan un punto de inflexión en la estrategia exportadora: si las metas se cumplen, el Perú podría escalar a una nueva etapa de inserción internacional antes del final de la década.