Productores rechazan oferta del gobierno por el maíz y anuncian nuevas protestas
La propuesta oficial de 6,050 pesos por tonelada queda 1,150 pesos por debajo de lo que demandan los agricultores, que exigen 7,200 pesos para cubrir sus costos.
El conflicto entre productores de maíz y el gobierno federal de México se intensificó este lunes tras una reunión en la Secretaría de Gobernación, donde las autoridades ofrecieron un precio de 6,050 pesos por tonelada de maíz blanco, cifra muy inferior a los 7,200 pesos solicitados por las organizaciones campesinas.
La diferencia de 1,150 pesos por tonelada desató protestas frente a la sede gubernamental en la Ciudad de México y bloqueos carreteros en varios estados del país.
En un mensaje difundido por video, el titular de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), Julio Berdegué Sacristán, confirmó que se alcanzó un "acuerdo parcial" con los gobiernos estatales de Guanajuato, Jalisco y Michoacán para establecer el precio de 6,050 pesos por tonelada de maíz blanco.
El funcionario destacó que la cifra es "25 % superior al precio internacional del grano puesto en el centro del país" y anunció que en los próximos días se abrirán ventanillas para el registro de productores de las tres entidades.
Además, la SADER informó que se habilitará una línea de crédito especial con tasa de interés del 8.5 % anual y acceso a un seguro agropecuario, como medidas de apoyo complementario.
Protestas y reclamos en todo el país
Mientras se realizaban los anuncios, cientos de agricultores se manifestaron afuera de la Secretaría de Gobernación, donde se registraron empujones y forcejeos con la policía.
Las protestas se extendieron a Jalisco, Guanajuato, Guerrero, Baja California, Morelos, Tlaxcala y Puebla, coordinadas por la Unión Nacional de Trabajadores Agrícolas (UNTA), que exige un precio base de 7,200 pesos por tonelada para cubrir los costos de producción.
"No hubo acuerdo con el gobierno federal ni con los representantes estatales; mantenemos el diálogo, pero también las movilizaciones", señaló la organización en un comunicado.
La UNTA subrayó que la actual situación "refleja una necesidad real que el gobierno debe atender con urgencia", ya que los precios bajos no permiten sostener a las familias rurales ni mantener viva la producción nacional.
La Asociación Nacional de Empresas Comercializadoras de Productores del Campo (ANEC) también respaldó la demanda de los maiceros y pidió a las secretarías de Agricultura, Economía y Gobernación intervenir con medidas efectivas para garantizar precios justos.
"Los productores de granos básicos ya no podemos resistir más. Es necesario replantear la política comercial y excluir los granos del T-MEC para proteger la soberanía alimentaria", expresó la ANEC.
T-MEC y soberanía alimentaria en debate
Las organizaciones campesinas aprovecharon la coyuntura de la revisión del Tratado México-Estados Unidos-Canadá (T-MEC) para pedir una nueva estrategia nacional en torno a los granos básicos -maíz, frijol, trigo y sorgo-.
Consideran que el actual esquema de libre comercio ha favorecido las importaciones y presionado a la baja los precios internos, afectando a pequeños y medianos productores.
Desde el gobierno, Berdegué insistió en mantener abiertas las conversaciones, pero defendió el esquema propuesto como "razonable y superior al precio internacional", en un intento por equilibrar el costo fiscal y la viabilidad económica del programa.
Aun así, el malestar del campo mexicano crece. Los productores advirtieron nuevas movilizaciones si el Ejecutivo no mejora la oferta en los próximos días.
El reclamo central es claro: un precio que cubra los costos reales de producción y garantice rentabilidad mínima para seguir sembrando maíz, el cultivo más representativo del país.

