México

Trump prorroga aranceles a México por 90 días y abre una nueva fase de negociación comercial

Estados Unidos prorrogó por 90 días los aranceles a productos mexicanos, mientras se negocia un nuevo acuerdo comercial. Aunque el agro no fue incluido en esta fase, productores advierten posibles impactos logísticos, regulatorios y de mercado.

Una nueva fase de tensión comercial se abre entre Estados Unidos y México, luego de que el expresidente Donald Trump anunciara una prórroga de 90 días a los aranceles impuestos sobre productos clave como acero, automóviles y fentanilo, tras una llamada con la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum.

La medida no incluye directamente productos agropecuarios, pero el sector exportador y agroindustrial sigue con atención estas negociaciones, dado que el agro fue históricamente moneda de cambio en disputas arancelarias y México es uno de los mayores socios agrícolas de EE.UU.

Señales mixtas y un agro atento

Trump vinculó los aranceles a objetivos de seguridad fronteriza y combate al narcotráfico, pero dejó abierta la posibilidad de avanzar hacia un nuevo acuerdo comercial que reemplace o reforme el T-MEC. En ese marco, las condiciones para el comercio agroalimentario bilateral podrían reconfigurarse.

Aunque los productos agrícolas no fueron blanco en esta etapa, el impacto logístico, regulatorio y de confianza comercial podría alcanzar al agro si no se logra un consenso. Un endurecimiento de medidas podría afectar, por ejemplo, a exportaciones de frutas frescas, carne, lácteos o granos, sectores sensibles a interrupciones en cadenas de frío y logística transfronteriza.

El compromiso de México de eliminar barreras no arancelarias también podría implicar cambios en normas fitosanitarias, etiquetado o inspecciones, con efectos sobre el comercio agropecuario bilateral. Esto podría generar oportunidades para productos estadounidenses, pero también presión competitiva para productores mexicanos.

Preocupación por posibles efectos en costos y logística

Según la Tax Foundation, los aranceles actuales ya representan un costo promedio de US$ 1.300 anuales por hogar estadounidense, y su extensión genera incertidumbre en sectores que dependen del flujo regular de insumos, fertilizantes, maquinaria agrícola y componentes industriales.

Esto es especialmente sensible en regiones productivas del norte de México, donde el agro está estrechamente vinculado a proveedores estadounidenses. Una escalada podría traducirse en alzas de costos y retrasos en exportaciones de alto valor.

Perspectivas para el agro exportador

En el actual escenario de negociación, el agro podría convertirse en un capítulo clave, tanto por su relevancia económica como por su peso político en estados clave de EE.UU. y México. Trump ya ha utilizado el agro como herramienta de presión geopolítica en el pasado, por ejemplo, con China en 2018-2019, y no se descarta que vuelva a hacerlo si las negociaciones se empantanan.

Los próximos 90 días serán determinantes para ver si se alcanza un nuevo marco de cooperación comercial, o si se reactivan viejas tensiones que ya afectaron exportaciones agropecuarias en el pasado.

Agrolatam.com
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