Soya boliviana enfrenta pérdidas por la plaga de trips en Santa Cruz
Los insectos dañan el follaje y reducen el rendimiento del cultivo. Expertos piden monitoreo constante y estrategias de manejo integrado.
La producción de soya en el norte de Santa Cruz atraviesa un desafío creciente debido al avance de los trips, una plaga que en las últimas campañas ha ganado importancia económica por el nivel de daño que ocasiona en el rendimiento del cultivo.
Estos insectos afectan principalmente el follaje, provocando deformaciones, pérdida de área fotosintética y debilitamiento general de la planta. La consecuencia es una merma en la productividad y en la calidad del grano, lo que genera preocupación entre los productores.
Manejo integrado para reducir el impacto
Especialistas advierten que, sin un manejo adecuado, los trips pueden ocasionar pérdidas significativas. Para enfrentarlos, recomiendan estrategias basadas en el monitoreo permanente, que permitan detectar su presencia a tiempo y actuar con rapidez.
El enfoque debe ser integral: combinar prácticas de manejo químico racional, junto con la utilización de controladores biológicos y la identificación de enemigos naturales que reduzcan las poblaciones de la plaga.
Asimismo, resulta fundamental profundizar en el conocimiento de la biología y taxonomía de los trips, lo que facilita diseñar planes de acción más efectivos y sostenibles. Con estas medidas, el sector sojero busca proteger un cultivo estratégico para la economía de Bolivia, clave tanto para la seguridad alimentaria como para el comercio internacional.