Colombia crea prueba rápida para frenar hongos en aguacate y cacao
Una técnica molecular detecta en pocos días enfermedades que destruyen hasta el 80 % de estos cultivos clave para la economía rural.
El aguacate y el cacao, dos productos emblemáticos de la agricultura colombiana, enfrentan desde hace años la amenaza de hongos capaces de destruir hasta el 80 % de un cultivo. El gran desafío para los productores es que estas enfermedades suelen detectarse demasiado tarde: pasan hasta tres meses sin síntomas visibles, cuando las plantas ya están condenadas. Ahora, un avance científico desarrollado en el país promete cambiar la historia.
Investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (UNAL) y de la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria (Agrosavia) diseñaron una prueba molecular capaz de identificar la presencia de los hongos Lasiodiplodia y Ceratocystis entre 7 y 9 días después de la infección. Se trata de los patógenos que provocan la enfermedad del machete y la muerte regresiva, responsables de graves pérdidas en zonas productoras como Antioquia, Santander y Arauca.
Una amenaza oculta en los cultivos
A simple vista, los árboles infectados parecen saludables. Sin embargo, por dentro los hongos ya avanzan, necrosando el tallo y debilitando la planta hasta matarla. Cuando los síntomas externos aparecen -hojas marchitas y árboles decaídos-, el daño es irreversible. Para los agricultores esto significa pérdidas de tiempo, dinero y esfuerzo, pues un lote aparentemente sano puede estar plagado de plantas enfermas.
En Colombia, el impacto potencial es enorme. Según el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), en 2023 se sembraron 33.500 hectáreas de aguacate, con una producción cercana a 150.000 toneladas anuales y la generación de al menos 54.000 empleos directos e indirectos. En el caso del cacao, la Federación Nacional de Cacaoteros informó que en 2021 se alcanzó una producción récord de 69.040 toneladas, un 8,9 % más que el año anterior.
La innovación científica
La responsable del hallazgo es Laura Valentina Laverde Arias, magíster en Ciencias Agrarias de la UNAL, quien desarrolló la técnica con apoyo de la profesora Adriana González Almario y de la investigadora Yeirme Jaimes, de Agrosavia. La prueba consiste en extraer el ADN de los patógenos en muestras de tejido vegetal, lo que permite una identificación temprana y confiable.
En ensayos de laboratorio, se inocularon 25 plántulas de aguacate y cacao con los hongos para evaluar la sensibilidad del método. Aunque las plantas infectadas lucían normales en el exterior, la técnica detectó las infecciones internas desde la primera semana, reduciendo de manera drástica el tiempo de diagnóstico.
La investigadora subraya que "la diferencia es enorme, pues ya no es necesario esperar meses para ver síntomas: ahora se puede identificar a tiempo y frenar la propagación".
Uno de los principales riesgos de diseminación está en la injertación, una práctica habitual que permite trasplantar partes de una planta a otra para aprovechar sus características genéticas. Si el material ya está infectado, la enfermedad se multiplica en nuevos cultivos.
Además, el hongo del machete puede propagarse a través del escarabajo Xyleborus ferrugineus, que perfora los tallos de árboles enfermos y transporta esporas a otras plantas. Muchos productores recurren a insecticidas, sin medir el impacto sobre insectos benéficos que cumplen funciones vitales en el ecosistema, como la mejora de nutrientes en el suelo.
La nueva herramienta permitirá a los viveros analizar sus plántulas antes de enviarlas al campo, reduciendo el riesgo de propagar material contaminado. Este paso puede significar ahorros millonarios y mayor seguridad para las economías rurales que dependen de estos cultivos.
El cacao, además de su valor cultural y gastronómico, se ha convertido en producto bandera de los programas de sustitución de cultivos ilícitos y en símbolo de calidad internacional. El aguacate Hass, por su parte, se consolidó como la estrella de las agroexportaciones, con creciente presencia en Europa y Estados Unidos. Protegerlos significa blindar dos motores estratégicos de la agricultura nacional.
Cambio climático y nuevos desafíos
El cambio climático está potenciando la agresividad de estos hongos. Según Laverde, en el caso de Lasiodiplodia, antes podía habitar en el tallo sin causar mayores daños, pero las nuevas condiciones de temperatura le ofrecen un ambiente ideal para expandirse.
De ahí la importancia de que Colombia cuente con centros especializados en diagnóstico molecular, que permitan aplicar esta técnica a gran escala. La investigadora propone una hoja de ruta para que laboratorios regionales adopten el método y los productores dispongan de un mecanismo confiable que complemente las inspecciones visuales.
La innovación llega en un momento decisivo. En un mundo donde plagas y enfermedades se diseminan con rapidez, Colombia da un paso al frente con una herramienta científica práctica, rápida y precisa. Más que un avance técnico, representa una esperanza para miles de familias campesinas que dependen del aguacate y el cacao para sostener su trabajo y su vida cotidiana.
La combinación de investigación universitaria y respaldo de instituciones públicas muestra que la ciencia local puede ofrecer soluciones concretas a los desafíos del agro, aportando al mismo tiempo a la seguridad alimentaria y al desarrollo rural sostenible.