Una alianza estratégica: agricultores y salmoneros impulsan la siembra de 200.000 hectáreas de granos en Chile
Productores agrícolas y la industria salmonera sellan un acuerdo para fortalecer la producción de cereales, con el objetivo de abastecer el mercado de alimentos balanceados y reducir la dependencia de importaciones.
Un acuerdo inédito entre el sector agrícola chileno y la industria salmonera busca transformar la producción de cereales en el país. A través de esta alianza público-privada, se proyecta impulsar la siembra de 200.000 hectáreas adicionales de granos, orientadas principalmente al abastecimiento de alimentos balanceados para peces, reduciendo así la histórica dependencia de insumos importados.
La iniciativa, presentada en el marco de la mesa técnica que reúne a gremios agrícolas y representantes de la salmonicultura, apunta a generar condiciones de estabilidad productiva y fomentar la inversión en tecnologías de cultivo, con foco en la sostenibilidad ambiental y la seguridad alimentaria.
Los productores agrícolas ven en esta alianza una oportunidad clave para garantizar mercados estables y precios competitivos, evitando la volatilidad típica de los cereales destinados a la exportación o a consumo interno. Por su parte, la industria del salmón, que representa uno de los mayores rubros exportadores de Chile, asegura con este acuerdo el acceso a materia prima nacional para elaborar alimentos balanceados con mayor trazabilidad y menores costos logísticos.
Según explicaron autoridades del Ministerio de Agricultura, esta estrategia se alinea con los objetivos de fortalecer la soberanía alimentaria y reducir la huella de carbono asociada a las importaciones de granos, principalmente desde Brasil y Argentina. La meta es alcanzar progresivamente un volumen local que cubra al menos el 50% de las necesidades del sector salmonero en un plazo de cinco años.
El proyecto contempla incentivos para la reconversión de suelos, programas de transferencia tecnológica y créditos blandos para pequeños y medianos agricultores que deseen sumarse al plan. También se prevé la capacitación en técnicas de agricultura regenerativa y buenas prácticas para preservar la salud de los suelos y optimizar el uso del agua.
Gremios agrícolas y empresas salmoneras coincidieron en la relevancia de la colaboración, subrayando que se trata de un esfuerzo transversal que puede fortalecer la economía rural, generar empleo y apuntalar la competitividad de la cadena productiva chilena. Además, destacaron la importancia de generar contratos de largo plazo para dar certeza a los agricultores y permitir inversiones en infraestructura de almacenamiento y transporte.
En términos ambientales, la alianza promueve un modelo de producción con menor impacto, apostando a cultivos rotativos y sistemas de fertilización sostenible. Esto responde a la creciente presión social y regulatoria para que tanto la agricultura como la acuicultura reduzcan su impacto en el entorno y mejoren la trazabilidad de sus insumos.
Expertos en cadenas agroalimentarias valoraron la iniciativa, señalando que puede transformarse en una política de referencia para otros sectores, integrando distintos eslabones de la producción bajo un enfoque de sostenibilidad y competitividad conjunta.
Con esta apuesta, Chile se posiciona para enfrentar el futuro de forma más resiliente, diversificando su matriz productiva y potenciando la cooperación entre sectores que históricamente operaban de manera separada. La expansión de 200.000 hectáreas de granos no solo representa un desafío técnico, sino también una oportunidad estratégica para modernizar la agricultura, reducir riesgos y agregar valor a la cadena agroalimentaria nacional.