La Unidad Empresarial de Base Apícola Sancti Spíritus inauguró recientemente un moderno centro de desarrollo apícola que representa un avance estratégico para la agroindustria cubana. Equipado con la primera línea de secado de polen del país, este proyecto incluye además una sala de envasado con capacidad para procesar hasta 45 productos, entre ellos mieles saborizadas, infusiones medicinales y minidosis de exportación.

La inversión, financiada a través de cooperación internacional y fortalecida con energía fotovoltaica, tiene un impacto directo sobre los pequeños productores, al garantizar pagos más rápidos, mejores condiciones laborales y nuevas oportunidades de comercialización. Esta transformación se alinea con los objetivos de industrialización rural, al permitir que el valor agregado quede en manos de las comunidades apícolas.

El centro cuenta con tecnología de secado especializado para polen, que implica 72 horas de tratamiento, limpieza, tamizado y envasado al vacío. Este proceso cumple con exigencias sanitarias y normativas de trazabilidad, habilitando a Sancti Spíritus como proveedor confiable de insumos apícolas de alto estándar tanto para el mercado nacional como regional.

Amaury Santander Hernández, director de la unidad apícola, destacó que esta infraestructura ha mejorado significativamente la calidad del empleo en la región, alcanzando salarios promedio superiores a los 10.000 pesos, además de reinvertir utilidades en mejoras técnicas y beneficios sociales. "La estabilidad laboral y el compromiso con el campo son el nuevo sello de esta etapa", sostuvo.

Además del polen, la planta produce miel en formatos individuales, desarrollos funcionales combinados con hierbas locales, y apoya emprendimientos rurales ligados al turismo y la nutrición saludable. La estrategia también contempla articular esta experiencia con otras regiones del país, integrando una red nacional de valor agregado apícola.