Bolivia

De los valles al gigante sudamericano: el banano boliviano se abre paso hacia Brasil

Aunque la superficie cultivada cayó un 20%, el sector bananero de Cochabamba acelera gestiones para abrir un nuevo mercado en Brasil gracias a la ruta de Cocapata.

La producción de banano en Cochabamba vive un momento de contrastes. Mientras la superficie cultivada destinada a exportación cayó alrededor de un 20% en el último año, el sector trabaja a contrarreloj para abrir las puertas de un mercado de gran escala: Brasil.

De acuerdo con la Cámara Agropecuaria de Cochabamba (CAC), la reducción responde a una combinación de factores: falta de combustible, condiciones climáticas adversas y un incremento sostenido en el precio de los insumos agrícolas. Esto provocó que las áreas de cultivo para exportación pasaran de un promedio de 7.000-7.500 hectáreas a unas 5.000 hectáreas actuales.

Sin embargo, el presidente de la CAC, Rolando Morales, asegura que la coyuntura no ha frenado el impulso exportador. "Estamos en plenas negociaciones con Brasil y avanzando con la documentación necesaria para concretar el acceso. No solo significa abrir un nuevo destino para el banano boliviano, sino también contar con una vía logística directa hacia el vecino país vía Beni", afirmó.

Una ruta estratégica para integrar mercados

El acceso directo se dará gracias a la integración vial por Cocapata, un proyecto coordinado entre las gobernaciones de Beni, Cochabamba, Oruro, Potosí y Sucre. Este corredor no solo beneficiará al banano, sino que también impulsará el traslado de otros productos agrícolas y pecuarios hacia el Brasil.

A ello se suma un anuncio clave: el presidente Luiz Inácio Lula da Silva aprobó la construcción del puente entre Guajará y Guayaramerín, infraestructura que unirá físicamente a ambos países y que abrirá una vía comercial más ágil para el intercambio de mercancías. Morales destacó que esta obra permitirá exportar excedentes de manera más eficiente, reduciendo tiempos y costos de transporte.

"Este es un paso estratégico que puede transformar el comercio boliviano con Brasil. Nos acerca al principal mercado de Sudamérica, con una demanda interna de frutas que supera con creces la capacidad de abastecimiento local", sostuvo.

Desafíos productivos y necesidad de inversión

La apertura de este nuevo mercado llega en un contexto de capacidad productiva ajustada. Morales reconoce que, para responder a la demanda brasileña, Bolivia debería duplicar su producción actual de banano. Esto implicaría invertir en rehabilitación de áreas productivas, mejora genética, tecnificación del riego y acceso a financiamiento para pequeños y medianos productores.

Hoy, la mayor parte del banano exportado por Bolivia se dirige a Argentina, que absorbe cerca del 90% de los envíos. La diversificación hacia Brasil no solo reduciría la dependencia de un único mercado, sino que también podría generar mejores precios de venta, al aprovechar la proximidad geográfica y la infraestructura en desarrollo.

No obstante, las condiciones climáticas extremas de los últimos años -desde lluvias torrenciales hasta períodos de sequía prolongada- han afectado la estabilidad de la producción. A esto se suma la necesidad urgente de garantizar el abastecimiento de combustible para el transporte de carga, un problema recurrente que encarece la operación.

Continuidad política y visión de largo plazo

De cara a las próximas elecciones y al cambio de gobierno, la CAC ha iniciado conversaciones con candidatos y partidos políticos para garantizar que las negociaciones con Brasil no se detengan. Morales considera fundamental que el próximo gobierno mantenga la hoja de ruta trazada y priorice la infraestructura logística y productiva.

"El mercado brasileño no se abre todos los días. Es una oportunidad histórica que debemos aprovechar con unidad y planificación. Si logramos sostener este esfuerzo, el impacto económico para Cochabamba y para el país será significativo", aseguró.

Con la ruta de Cocapata y el futuro puente Guajará-Guayaramerín como ejes, el banano boliviano se prepara para cruzar nuevas fronteras. El desafío ahora será producir lo suficiente para conquistar a un gigante que, por cercanía y tamaño, podría convertirse en uno de los principales destinos de la fruta boliviana en los próximos años.

Agrolatam.com
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