Bolivia

Crisis por falta de diésel en Bolivia: productores cosechan a mano ante el colapso del suministro

La escasez de combustible en Bolivia golpea con fuerza al agro. En regiones como Santa Cruz y Beni, muchos productores no consiguen diésel para operar maquinarias y se ven forzados a cosechar manualmente, con enormes pérdidas económicas.

La crisis de combustible en Bolivia se agrava y deja al sector agropecuario en una situación límite. La falta de diésel, esencial para operar tractores, cosechadoras y sistemas de riego, ha provocado que numerosos productores rurales opten por realizar las cosechas a mano, con un fuerte impacto en los costos, los tiempos y la productividad.

En departamentos clave como Santa Cruz y Beni, las filas en las estaciones de servicio superan las ocho horas, y en muchos casos los productores regresan con los tanques vacíos. Esta situación afecta de forma directa la cosecha de maíz, soya y arroz, y amenaza con alterar toda la cadena de suministro de alimentos.

Una situación desesperante en el campo

"Estamos desesperados. Los motores están parados por falta de diésel y no podemos esperar más. La cosecha se echa a perder si no se saca a tiempo", relató un agricultor de San Julián. Frente a la imposibilidad de operar maquinaria, muchos trabajadores rurales han vuelto a métodos manuales, cargando bolsas en carretillas, palas o incluso a hombro.

El problema no solo encarece la producción sino que genera sobrecarga física, pérdida de tiempo y riesgo de pérdidas totales si continúan las lluvias. Según estimaciones preliminares de productores independientes, la pérdida por hectárea puede superar los 200 dólares si la situación persiste en los próximos días.

Ganaderos también en crisis

El sector ganadero también enfrenta dificultades críticas. La falta de diésel complica el transporte de forraje, agua y alimentos para el ganado. En zonas de Beni, camiones cisterna están paralizados y algunos animales ya muestran signos de desnutrición y estrés.

Organizaciones rurales han elevado sus reclamos a las autoridades nacionales, advirtiendo que la situación podría derivar en una crisis alimentaria, con escasez de productos en mercados y aumento de precios para el consumidor final.

Una cadena que se rompe desde el campo

La crisis energética impacta en toda la cadena agroalimentaria: desde la siembra y cosecha hasta el transporte, el almacenamiento y la comercialización. Empresarios y cooperativas rurales piden medidas urgentes de abastecimiento y mayor transparencia en la distribución del combustible subsidiado.

También reclaman que se priorice al agro como sector estratégico para la seguridad alimentaria nacional, algo que, según denuncian, no se está cumpliendo.

Respuesta oficial y tensión creciente

Desde el gobierno, autoridades del Ministerio de Hidrocarburos han reconocido problemas logísticos, pero aseguran que la provisión está garantizada y que se están tomando medidas para normalizar el suministro. Sin embargo, los productores afirman que las promesas no se cumplen en el terreno y que la situación se agrava cada día.

En paralelo, la tensión social comienza a escalar, con bloqueos, protestas y advertencias de paro en algunas regiones rurales si no se encuentra una solución inmediata.

Agrolatam.com
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