Brasil

Brasil impulsa investigación en semillas forestales para restaurar tres biomas

Embrapa y Morfo Brasil desarrollan protocolos para mejorar la calidad de las semillas , con la meta de restaurar 12,5 millones de hectáreas degradadas para 2030.

La biodiversidad brasileña vuelve a estar en el centro de la innovación científica. La Empresa Brasileña de Investigación Agropecuaria (Embrapa) y la startup Morfo Brasil iniciaron una colaboración destinada a definir protocolos de gestión de semillas forestales nativas, un insumo esencial para cumplir con el compromiso de restaurar 12,5 millones de hectáreas de áreas degradadas antes de 2030.

El estudio -que tendrá una duración de dos años- abarcará especies de la Mata Atlántica, el Cerrado y la Amazonia, tres biomas estratégicos tanto por su biodiversidad como por su rol en la mitigación del cambio climático. Según Emira Cherif, directora científica de Morfo, el objetivo es identificar semillas con alto potencial para técnicas de siembra directa y mejorar su manejo. "El uso racional de estos recursos es esencial para acelerar la rehabilitación de los ecosistemas", señaló.

Por su parte, Juliana Müller Freire, investigadora de Embrapa Agrobiología, explicó que el proyecto representa una oportunidad para profundizar la investigación en tecnología de semillas nativas y elevar los estándares de germinación, conservación y calidad. "El mayor desafío de trabajar con semillas forestales es la gran diversidad de especies y la falta de conocimiento sobre su comportamiento", detalló.

Cómo se desarrollará el estudio

Morfo enviará mensualmente a Embrapa lotes de semillas recolectadas en los tres biomas, en las zonas donde la empresa ya implementa proyectos de restauración. En laboratorio se realizarán pruebas de germinación, pureza, contenido de agua y peso promedio por 1.000 semillas, para determinar la viabilidad y vigor del material. Paralelamente, el equipo realizará una revisión bibliográfica sobre conservación y almacenamiento de cada especie, considerando temperatura, sustrato y métodos para superar la latencia.

Freire destacó que algunas especies, como Zanthoxylum rhoifolium (mamica-de-porca), presentan baja germinación pese a numerosos estudios, mientras que otras ni siquiera cuentan con publicaciones científicas. "La diversidad genética exige aumentar el tamaño de las muestras y aplicar criterios estandarizados según la Regla de Análisis de Semillas (RAS)", agregó.

Cherif subrayó que la mayoría de las semillas nativas se recolectan directamente de la naturaleza y su conservación requiere cuidado extremo. "Un almacenamiento adecuado es clave para mantener la viabilidad por más tiempo y garantizar la disponibilidad durante todo el año", dijo. En el caso de las semillas recalcitrantes, que no toleran la desecación, el control de humedad y hongos se vuelve determinante.

Semillas de calidad: la base para restaurar millones de hectáreas

Un estudio de la Universidad de Sídney publicado en International Forests estima que Brasil necesitará entre 3.600 y 15.600 toneladas de semillas para cubrir el área comprometida en su plan de restauración. La enorme diferencia responde a la calidad de los lotes: con semillas de alto vigor, bastarían 17 kg por hectárea; con lotes deficientes, la cantidad puede quintuplicarse.

Brasil impulsa investigación en semillas forestales para restaurar tres biomas

La inversión en investigación y control de calidad tiene, por tanto, un impacto directo en los costos y la viabilidad de los proyectos. Mejores semillas implican más germinación, menos desperdicio y restauraciones más eficientes.

Las semillas se evalúan según las Normas de Análisis del Ministerio de Agricultura (MAPA), considerando pureza, vigor, contenido de humedad y ausencia de plagas. Para la FAO, la calidad también se mide por la capacidad de producir descendencia sana y uniforme, mientras que la idoneidad genética asegura que las semillas provengan de matrices adaptadas al sitio de siembra.

Un camino que une ciencia, comunidades y regulación

El trabajo con semillas forestales no solo tiene impacto ambiental, sino también social y económico. Su recolección depende de redes comunitarias, muchas integradas por agricultores familiares, pueblos indígenas y comunidades tradicionales, que aportan conocimiento sobre los ecosistemas locales.

La investigadora Freire remarca que difundir conocimientos técnicos y mejorar el almacenamiento puede aumentar la rentabilidad de estas redes. Algunas especies, como la braúna, pueden conservarse hasta nueve meses sin control de temperatura, mientras que el ipê dura apenas tres meses, lo que exige planificación para evitar pérdidas.

Sin embargo, el sector enfrenta desafíos regulatorios: el Registro Nacional de Semillas y Plántulas (Renasem) fue diseñado para la agricultura comercial y no contempla las particularidades de las especies nativas, dejando fuera a más de mil recolectores no registrados.

Un estudio publicado en Forests propone seis estrategias para fortalecer la cadena: incentivos a pequeños productores, regulación adaptada, investigación e innovación, diversificación de mercados, supervisión efectiva de la restauración y participación comunitaria con generación de ingresos.

Una alianza entre ciencia y tecnología

Morfo Brasil, startup franco-brasileña fundada en 2022, desarrolla soluciones de restauración basadas en inteligencia artificial. Su método combina análisis forestal, plantación multimodal con drones y monitoreo de desempeño, y ya ha mapeado más de 360 especies nativas tropicales.

Embrapa, con décadas de experiencia en restauración ecológica y tecnología de semillas, aporta el conocimiento técnico y la infraestructura para evaluar, conservar y mejorar el material genético que sustenta la restauración forestal brasileña.

La colaboración entre ambas entidades representa un puente entre ciencia y aplicación práctica, clave para cumplir los compromisos internacionales de Brasil bajo el Acuerdo de París y el Desafío de Bonn.

Agrolatam.com
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