Sequía frena la siembra de soja en Brasil y genera alerta en plena campaña 2025/26
En Mato Grosso y otras regiones productoras, los agricultores pausaron las labores a la espera de lluvias. Octubre será decisivo para definir el ritmo de la siembra.
La campaña de soja 2025/26 en Brasil comenzó con un arranque veloz en septiembre, pero el clima seco obligó a pausar la siembra en regiones clave como Mato Grosso, generando inquietud entre los productores. La expectativa ahora se centra en octubre, mes históricamente decisivo para el avance de las labores agrícolas.
El productor Matthew Kruse, agricultor en Iowa y también en Brasil, informó que en zonas de Mato Grosso ya se había sembrado cerca del 40% de la superficie prevista, pero las labores se detuvieron al agotarse la humedad disponible en el suelo. "Lo que se plantó inicialmente germinó con suficiente agua, pero continuar habría sido arriesgado porque no había humedad asegurada para los próximos días", explicó.
Octubre marca el momento más crítico de la campaña: cerca del 70% de la soja brasileña se siembra después del 6 de octubre, por lo que aún es temprano para hablar de impactos irreversibles. Sin embargo, si la sequía persiste hasta finales de mes, podría retrasar el ciclo, afectar los rendimientos y condicionar la logística de la cosecha.
Expectativas de siembra y producción
De acuerdo con las proyecciones de la Compañía Nacional de Abastecimiento (CONAB), Brasil sembrará alrededor de 121,2 millones de acres de soja, lo que representa un incremento del 3,7% respecto al año pasado. Con rendimientos similares a los de la campaña anterior, la producción total se ubicaría en torno a 177,6 millones de toneladas, un aumento del 3,6%.
Estas cifras consolidarían a Brasil como el primer productor y exportador mundial de soja, por delante de Estados Unidos y Argentina. No obstante, alcanzar ese récord dependerá de que las lluvias regresen en las próximas semanas y de que el desarrollo del cultivo no se vea limitado por estrés hídrico en fases críticas.
Un octubre bajo vigilancia
Para los agricultores, el escenario es de espera y cautela. "Si el clima se normaliza en octubre, no habrá mayores problemas. Pero si se mantiene seco hasta fin de mes, el panorama cambia y los riesgos aumentan", remarcan referentes del sector. Un atraso significativo podría no solo afectar la soja, sino también la siembra de maíz de segunda (safrinha), que depende de la liberación temprana de áreas de soja para desarrollarse con éxito.
La situación en Mato Grosso, principal estado productor, será clave para definir el volumen final de la campaña. La región concentra más del 25% de la producción nacional, por lo que cualquier demora en la siembra allí tiene repercusiones directas en las proyecciones globales.
En paralelo, el mercado internacional sigue de cerca la evolución del clima en Brasil. La soja es un commodity estratégico en la seguridad alimentaria y energética mundial, dado su papel en la industria de aceites y en la alimentación animal. Un atraso en la campaña brasileña podría repercutir en los precios del Chicago Board of Trade (CBOT), especialmente si coincide con la cosecha estadounidense y con ajustes en la demanda china.
Por ahora, los productores brasileños mantienen la maquinaria lista y esperan el regreso de las lluvias para retomar la siembra. Octubre se perfila como el mes que definirá si la campaña 2025/26 consolida un nuevo récord productivo o si el clima seco deja huellas difíciles de revertir.