Brasil

Productores brasileños transforman las flores del café en una nueva fuente de ingresos

Investigadores y agricultores en Brasil desarrollan tés a base de flores de café, ricos en antioxidantes y compuestos fenólicos, impulsando la economía circular del sector.

Las flores del café, tradicionalmente vistas solo como símbolo de buena floración y promesa de una cosecha abundante, están cobrando un nuevo protagonismo en Brasil. Agricultores e investigadores están transformando las flores en materia prima para la producción de té, dando lugar a un producto innovador que añade valor al cultivo y genera ingresos adicionales entre cosechas.

En varias regiones cafetaleras del país, las flores se recolectan manualmente tras la polinización y se someten a un proceso artesanal de secado natural a la sombra, que permite preservar su aroma y propiedades sensoriales. El resultado es una bebida suave y ligeramente dulce, con notas florales y amaderadas, muy distinta del sabor intenso del café tostado.

"El té de flor de café tiene un aroma delicado y un sabor diferente, que sorprende a los consumidores", señalan productores que llevan años experimentando con esta práctica. El proceso de elaboración es meticuloso: desde la recolección selectiva de los capullos hasta su deshidratación y envasado, todo debe realizarse en el momento exacto para evitar que las flores pierdan su fragancia natural o sus compuestos bioactivos.

Propiedades funcionales y beneficios para la salud

Diversas investigaciones científicas brasileñas y europeas han confirmado que el té elaborado con flores de café posee propiedades funcionales, gracias a su alto contenido de antioxidantes, compuestos fenólicos y cafeína en niveles moderados.

Según estudios publicados en la revista Foods, "estos compuestos influyen directamente en el sabor del grano de café y están asociados con efectos antioxidantes y antiinflamatorios in vivo, contribuyendo así a beneficios potenciales para la salud humana".

Estas características han despertado el interés del sector por desarrollar infusiones especiales y bebidas funcionales basadas en subproductos del café. En un contexto de creciente demanda global por alimentos naturales y sostenibles, el té de flor de café podría convertirse en una nueva categoría dentro del mercado premium de infusiones.

Del residuo al recurso: una apuesta por la economía circular

Más allá de su atractivo sensorial, la valorización de las flores del café representa un ejemplo concreto de economía circular en la agroindustria cafetalera. En muchas plantaciones, las flores solían desecharse tras la polinización; hoy se consideran un recurso valioso capaz de diversificar los ingresos de los productores y reducir los desperdicios agrícolas.

"El objetivo es aprovechar todas las partes de la planta -granos, cáscaras, hojas y flores- para desarrollar nuevos productos, generando mayor rentabilidad y reduciendo el impacto ambiental", destacan los investigadores involucrados en el proyecto. Esta iniciativa está alineada con los principios de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, al fomentar un uso más eficiente de los recursos naturales y promover la innovación rural.

El interés por las infusiones elaboradas con subproductos agrícolas coincide con un crecimiento sostenido del mercado del té en Brasil, que, según datos de Euromonitor, aumentó 92,5 % entre 2019 y 2024, con una tasa de crecimiento anual compuesta (TCAC) del 14 %.

Durante el mismo período, el mercado global del té creció solo un 14,8 %, con una TCAC del 2,8 %, lo que muestra el dinamismo del consumo brasileño de tés e infusiones especiales. Este escenario abre oportunidades para los pequeños productores, que pueden comercializar productos diferenciados y sostenibles, fortaleciendo su competitividad frente a las grandes marcas del sector.

Innovación y nuevas experiencias rurales

El uso de las flores del café no solo ha generado un producto innovador, sino también nuevas experiencias de turismo rural y degustación en diversas fincas. Visitantes y consumidores pueden probar la bebida directamente en las zonas productoras y conocer el proceso de elaboración artesanal, lo que refuerza el vínculo entre producción, identidad local y consumo consciente.

En algunas experiencias pioneras, además del té, se están explorando otros usos de las flores y hojas del café, como ingredientes en cosmética natural y productos alimenticios funcionales, demostrando la versatilidad y el potencial de la bioeconomía cafetalera brasileña.

Una tendencia con proyección internacional

El desarrollo del té de flor de café demuestra cómo la innovación puede surgir desde la agricultura tradicional, combinando conocimiento científico, prácticas sostenibles y aprovechamiento integral de los recursos.

Mientras el café continúa siendo uno de los productos agrícolas más importantes del mundo, su transformación hacia modelos productivos más circulares y diversificados abre nuevas posibilidades económicas y ambientales para los agricultores latinoamericanos.

El aroma de las flores de café, antes un simple preludio de la cosecha, se ha convertido en símbolo de una nueva etapa de creatividad y sostenibilidad para el sector.

Agrolatam.com
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