En Brasil crece el uso de plaguicidas en medio de un año marcado por el maíz y el algodón
El área tratada superó los 1.100 millones de hectáreas en el primer semestre y el consumo de herbicidas, insecticidas y fungicidas aumentó frente a 2024.
El 2025 trajo consigo un mayor uso de plaguicidas agrícolas en Brasil, reflejando tanto la expansión de cultivos de segunda cosecha como las condiciones climáticas que intensificaron la presión de plagas y enfermedades. Entre enero y junio, el volumen de productos aplicados aumentó 4,5% en comparación con el mismo período del año pasado, según datos de una encuesta nacional.
La superficie tratada también mostró un avance, con un crecimiento de 3,1% y un total superior a los 1.100 millones de hectáreas. La medición se realizó a través del indicador Área Potencial Tratada (ATP), que considera no solo el tamaño de la siembra, sino también la frecuencia de aplicaciones y el tipo de producto utilizado.
Qué productos lideraron las aplicaciones
La distribución del mercado en el semestre estuvo encabezada por los herbicidas (40%), seguidos por insecticidas (29%) y fungicidas (21%). Los tratamientos de semillas representaron apenas el 1%, mientras que el 8% restante correspondió a otros productos, como adyuvantes e inóculos.
Especialistas destacan el dinamismo de los insecticidas foliares y fungicidas, cuyo uso se incrementó principalmente en los cultivos de maíz y algodón de segunda cosecha.
Un año de clima desafiante
El comportamiento climático fue un factor determinante. La irregularidad de las lluvias y las temperaturas superiores al promedio forzaron más aplicaciones en ciertas regiones, mientras que en áreas afectadas por sequía, como Rio Grande do Sul, Paraná y Mato Grosso do Sul, se observó una reducción en el uso de fungicidas en soja.
Qué cultivos concentran mayor superficie tratada
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Maíz: 33% del área tratada
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Soja: 28%
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Algodón: 16%
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Pasturas: 6%
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Caña de azúcar: 4%
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Frijol: 3%
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Café, arroz y cítricos: 2% cada uno
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Trigo, frutas y hortalizas: 1%
Estos datos ratifican la centralidad del maíz y la soja en la estructura agrícola brasileña, con el algodón consolidándose como un tercer actor relevante.
Diferencias regionales
El estudio también mostró contrastes según las zonas productivas:
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Mato Grosso y Rondônia concentraron el 38% de la superficie tratada.
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São Paulo y Minas Gerais sumaron 13% cada uno.
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Paraná representó el 9%.
El predominio de Mato Grosso responde tanto a su liderazgo en soja como al avance del maíz de segunda cosecha.
De cara a la segunda mitad del año, los analistas advierten que el uso de plaguicidas podría seguir aumentando si persisten las condiciones de clima irregular. Sin embargo, el ajuste en el área de soja en algunos estados podría moderar la curva de crecimiento.
La agricultura brasileña enfrenta así un doble reto: mantener la productividad en un contexto climático complejo y, al mismo tiempo, avanzar en estrategias de uso racional de insumos que reduzcan la dependencia de aplicaciones químicas.