Chile

Alerta en el agro: gremios advierten riesgo sanitario por la mosca de la fruta

Agricultores advierten riesgo para la fruticultura nacional y piden más recursos, control fronterizo y una nueva ley para enfrentar la plaga.

La fruticultura chilena enfrenta uno de sus mayores desafíos de los últimos años tras la detección de 42 focos de mosca de la fruta en diferentes regiones del país. El hallazgo encendió las alarmas en los principales gremios agrícolas, que acusan falta de control en pasos fronterizos, deficiencias en la fiscalización y un presupuesto insuficiente para el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG).

La Sociedad Nacional de Agricultura (SNA), Fedefruta y la Sociedad Agrícola del Norte (SAN) hicieron un llamado conjunto al Gobierno para reforzar la vigilancia y acelerar la aprobación de una legislación que permita enfrentar esta amenaza de manera estructural. De no actuar a tiempo, advierten, Chile podría perder su condición sanitaria y con ello arriesgar millonarias pérdidas económicas por la suspensión de exportaciones frutícolas.

Antonio Walker, presidente de la SNA, calificó la situación como una emergencia agrícola nacional. "Chile tiene fronteras absolutamente descontroladas en materia de control de material vegetal, animal y de personas que ingresan. Todo esto ha generado una mayor presión de plagas cuarentenarias como la mosca de la fruta, la Lobesia botrana y la Drosophila Suzuki", señaló.

A este escenario se suma el recorte presupuestario que afecta al SAG. Según Walker, es fundamental entregar más recursos al organismo encargado del control fitosanitario para poder contener los focos detectados y evitar la propagación de la plaga. "Tenemos que actuar de forma urgente porque mañana será tarde. El tema es gravísimo", advirtió.

Riesgos para la fruticultura y presión legislativa

El presidente de Fedefruta, Víctor Catan, apuntó a la vulnerabilidad en los pasos fronterizos y a la falta de sanciones. "Existe obsolescencia en la legislación, no contempla multas ni atribuciones que generen un desincentivo para quienes ingresan con material vegetativo al país", dijo. Recordó que en el paso Los Libertadores y el puerto terrestre de Los Andes se han detectado focos asociados a camiones durante cinco años consecutivos.

Por su parte, María Inés Figari, presidenta de la Sociedad Agrícola del Norte, subrayó el impacto directo que sufren los agricultores: en las zonas con presencia de la mosca, la fruta debe ser desechada y enterrada. "Solo un agricultor sabe el dolor que eso significa. Nuestra agricultura, ya golpeada por la escasez hídrica, hoy necesita ser defendida con toda la fuerza para resguardar la sanidad de nuestros productos", remarcó.

Las demandas de los gremios también llegaron al Congreso. La Comisión de Seguridad Pública del Senado se reunió con representantes del sector para discutir el proyecto de ley que busca modificar el Código Penal en materia de internación de plagas vegetales y enfermedades animales. El objetivo es fortalecer las sanciones contra quienes incumplan la normativa y dotar de más herramientas a las autoridades.

Iván Marambio, presidente de Frutas de Chile, planteó que el contrabando y el ingreso ilegal de frutas por pasos no habilitados son un riesgo creciente. "El sector exportador de fruta fresca es el segundo más importante del país después de la gran minería. Si se compromete su fitosanidad, se perjudica toda la economía", advirtió.

Desde los gremios coinciden en que el Poder Ejecutivo debe poner urgencia a la tramitación de esta ley para no perder el estatus de país libre de mosca de la fruta, condición clave para mantener la confianza de los mercados internacionales.

Una amenaza a la competitividad de Chile

La mosca de la fruta no solo representa una amenaza productiva, sino también comercial. Chile ha construido su liderazgo agroexportador sobre la base de la sanidad y calidad de sus frutas, lo que le ha permitido acceder a mercados de alto valor en Asia, Europa y Norteamérica. La detección de focos de esta plaga compromete esa ventaja competitiva.

Los gremios insisten en que la estrategia debe ser integral: mayor presupuesto para el SAG, endurecimiento de sanciones, controles fronterizos más estrictos y una campaña de concientización ciudadana que refuerce la prevención. En paralelo, el propio SAG realiza acciones de monitoreo en terreno y programas de comunicación para evitar la dispersión del insecto.

El sector recuerda que Chile ya ha enfrentado brotes de plagas en el pasado y ha logrado controlarlos, pero advierte que el contexto actual -con presión migratoria, contrabando y reducción de recursos fiscales- hace que el desafío sea mucho mayor.

Para los agricultores, el tiempo es clave: cada fruta destruida representa pérdidas directas y cada día de retraso puede significar perder mercados enteros. En un país donde la fruticultura es motor económico y fuente de miles de empleos rurales, la urgencia de enfrentar la mosca de la fruta es también una urgencia nacional.

Agrolatam.com
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