Chile

Jaspe: la nueva variedad de arroz chileno que promete mayor eficiencia y adaptación al cambio climático

Productores y especialistas conocieron en Retiro los resultados del programa de mejoramiento genético de INIA, que presenta a Jaspe como una alternativa más flexible en siembra, cosecha y uso del agua.

En la comuna de Retiro, Región del Maule, agricultores, asesores técnicos y representantes del Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) y del Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP) participaron en el taller "Jaspe: una nueva alternativa para productores y productoras de arroz en Chile", donde se presentaron los avances de campo y resultados productivos de la nueva variedad Jaspe, desarrollada tras más de una década de investigación genética.

La jornada reunió a especialistas del Programa de Mejoramiento Genético de Arroz del INIA, quienes expusieron los resultados obtenidos en las cuatro parcelas demostrativas ubicadas en las regiones del Maule y Ñuble, con el apoyo de las empresas Carozzi y Tucapel, dos de las principales procesadoras y comercializadoras del grano en Chile.

La investigadora Karla Cordero, encargada del programa, explicó que Jaspe representa un avance sustancial en eficiencia agronómica y sostenibilidad, al ofrecer mayor flexibilidad en fechas de siembra y cosecha, junto con un mejor aprovechamiento del agua, un factor crítico en un contexto de variabilidad climática creciente. "A diferencia de las variedades tradicionales de ciclo largo, Jaspe permite ajustar los calendarios de manejo según las condiciones de cada temporada y reducir el consumo hídrico, sin sacrificar rendimiento ni calidad industrial", destacó Cordero.

La especialista también subrayó la importancia del uso de semilla certificada y de un manejo técnico riguroso para preservar la pureza varietal y garantizar el potencial de productividad. "Cada variedad nueva exige disciplina agronómica: densidades adecuadas, monitoreo sanitario y una cosecha oportuna que permita mantener su identidad genética", puntualizó.

Un desarrollo nacional con mirada de futuro

El programa de mejoramiento del INIA se ha consolidado como un referente regional en innovación genética aplicada al arroz, con líneas de investigación orientadas a resiliencia climática, eficiencia hídrica y valor industrial. La variedad Jaspe comenzó su desarrollo experimental hace más de diez años en las estaciones INIA Raihuén y INIA Quilamapu, y ha superado pruebas de rendimiento, tolerancia y calidad industrial en diferentes zonas arroceras del país.

Los resultados de las parcelas demostrativas presentados en el taller muestran buen comportamiento en condiciones de menor disponibilidad de agua, junto con rendimientos competitivos frente a las variedades tradicionales de ciclo largo. Además, Jaspe demostró una menor incidencia de enfermedades foliares y una mejor respuesta al manejo integrado del riego, lo que la posiciona como una opción viable para los agricultores que buscan reducir costos y adaptarse al cambio climático.

En la actividad participaron Jeannette Danty, asesora nacional de INDAP; Alfredo Mariño, encargado nacional de cereales; y Carmen Gloria Morales, directora de INIA Raihuén, quien destacó que este tipo de iniciativas son resultado de la colaboración público-privada orientada a fortalecer la competitividad del sector. "El arroz chileno enfrenta desafíos climáticos y de rentabilidad, y el desarrollo de nuevas variedades como Jaspe demuestra que la ciencia puede ser una aliada directa del productor", señaló Morales.

La proyección comercial de Jaspe comenzará en la temporada 2025-2026, con una meta inicial de 700 hectáreas cultivadas, distribuidas principalmente entre productores de las regiones del Maule y Ñuble. A partir de ahí, se prevé una expansión progresiva conforme avance la validación en campo y aumente la disponibilidad de semilla certificada.

Los investigadores del INIA señalaron que la adopción de Jaspe también responde a una demanda del mercado interno por variedades de alto rendimiento y calidad de grano, capaces de sostener la industria arrocera nacional sin depender de importaciones. En ese sentido, la articulación con empresas como Carozzi y Tucapel ha permitido alinear la investigación con las necesidades reales del sector industrial y exportador.

Para los productores, el taller fue una oportunidad para conocer de primera mano los resultados técnicos y económicos de la nueva variedad. "Este tipo de encuentros nos permite entender el potencial de una tecnología antes de adoptarla y planificar mejor las siembras futuras", comentó uno de los asistentes.

Con el lanzamiento de Jaspe, Chile refuerza su apuesta por una producción arrocera más eficiente, competitiva y adaptada al clima mediterráneo, donde cada innovación genética puede marcar la diferencia entre sostener o perder superficie agrícola.

Agrolatam.com
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