América Latina

Aranceles y condiciones económicas complican la temporada de cítricos del hemisferio sur en EE.UU.

La campaña de importación de cítricos desde Sudamérica y Sudáfrica se acerca a su fin marcada por tarifas, desafíos de calidad y cambios en la demanda antes del inicio de la cosecha en California.

La temporada de importación de cítricos del hemisferio sur hacia Estados Unidos entra en su recta final y cerrará hacia finales de octubre, cuando comience la producción doméstica en California. Este año, el comercio estuvo condicionado principalmente por los aranceles aplicados a las exportaciones sudafricanas y por un contexto económico que limitó el consumo en el mercado norteamericano.

Mientras que los envíos desde Perú, Chile y Uruguay enfrentaron un arancel de 10%, sin un impacto determinante en el volumen, el caso de Sudáfrica fue diferente. A partir del 8 de agosto se implementó un arancel del 30% en plena campaña, lo que llevó a que productores y exportadores aceleraran sus embarques para evitar el sobrecosto. Cerca del 75% de la cosecha ya había sido enviada a EE.UU. en la primera semana de agosto.

La decisión de concentrar exportaciones en un corto plazo generó acumulación de stock en los almacenes y presionó al mercado. El resultado de esta estrategia solo podrá medirse al cierre de la campaña, aunque por ahora se observa un período de interrupción en las llegadas que podría ayudar a aliviar la oferta y mejorar las condiciones comerciales para los embarques finales de la temporada.

A esta situación se sumaron los problemas de calidad en las primeras clementinas, con fruta de distintos orígenes que no cumplió con las expectativas del consumidor. En un contexto de precios elevados para los alimentos frescos, los compradores estadounidenses priorizan calidad y mostraron resistencia tras recibir volúmenes de fruta con deficiencias. Recién con la llegada de variedades como W. Murcott, Tango y Nadorcott, de mejor desempeño, se logró recuperar la confianza del mercado.

Aranceles y condiciones económicas complican la temporada de cítricos del hemisferio sur en EE.UU.

En términos de calibres, el mercado mostró diferencias claras: los naranjas de gran tamaño (40, 48 y 56) tuvieron mayor dificultad de colocación, mientras que las frutas más pequeñas (64 a 113), destinadas principalmente a bolsas para consumo familiar, registraron un movimiento más ágil y una reducción de inventarios.

Por el lado de Sudamérica, el flujo fue más equilibrado. Perú registró una buena cosecha de cítricos e incrementó sus envíos a Estados Unidos, mientras que Chile continúa despachando volúmenes significativos de mandarinas tardías que se espera arriben hasta noviembre. Un episodio de bajas temperaturas en el país generó preocupación por posibles impactos en la calidad, aunque no se proyectan efectos graves sobre la campaña.

Con la mirada puesta en el mercado interno, California iniciará su cosecha a mediados de octubre, primero con fruta destinada a la costa oeste y, desde noviembre, con embarques hacia el retail en todo el país. Este inicio coincidirá con el fin de los embarques de Sudáfrica y el recorte general de importaciones para dar paso a la oferta doméstica. Las expectativas para la nueva temporada californiana son positivas, gracias a condiciones de cultivo muy favorables durante el año.

De esta manera, la temporada 2025 de cítricos importados cierra con una combinación de aranceles disruptivos, exceso de stock, variaciones en la calidad y un consumidor exigente, lo que deja como aprendizaje la necesidad de mayor previsión y diversificación de mercados en un entorno cada vez más desafiante para los exportadores del hemisferio sur.

Agrolatam.com
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