Colombia afianza su agricultura campesina en Asia con acuerdos millonarios en Expo Osaka 2025
Más de mil asociaciones rurales se hicieron presentes en Japón y lograron cerrar compromisos por 20,5 toneladas mensuales de alimentos. El interés de Asia y Oceanía abre nuevas oportunidades para café, cacao, frutas exóticas y derivados de yuca.
La agricultura campesina, étnica y comunitaria de Colombia alcanzó un nuevo hito en su proceso de internacionalización tras su participación en la Macrorrueda Internacional "Colombia, el País de la Belleza", realizada el 1 y 2 de septiembre en el marco de la Expo Osaka 2025.
Un grupo de 12 voceros de más de mil asociaciones rurales logró consolidar más de 50 acuerdos comerciales, con un potencial de exportación superior a 20,5 toneladas mensuales de alimentos hacia destinos estratégicos en Asia y Oceanía, entre ellos Japón, Corea del Sur, China, Indonesia, Nueva Zelanda y Australia.
La proyección de ventas a un año supera los $6.000 millones, reflejando el valor estratégico de esta participación y el interés de los mercados internacionales por la calidad de los productos colombianos. Entre los más demandados se encuentran:
-
Aguacate Hass (fresco, congelado y procesado).
-
Mango (fresco, congelado y deshidratado).
-
Pitahaya.
-
Café (verde, especial, orgánico y tostado).
-
Cacao y derivados (grano, nibs, chocolate y transformados).
-
Yuca y sus subproductos.
-
Flores y plántulas de aguacate Hass.
Además de los contratos iniciales, se establecieron compromisos clave como el envío de muestras y cotizaciones, la conformación de mesas sectoriales, entre ellas una dedicada a la pitahaya en 2026, y el diseño de estrategias diferenciadas para mercados con regulaciones estrictas, especialmente Japón y Corea del Sur.
La participación se enmarca en la política de comercialización directa y sin intermediarios impulsada por la Agencia de Desarrollo Rural (ADR), cuyo objetivo es conectar a los pequeños productores con compradores internacionales, garantizando precios justos y sostenibles.
"El campo colombiano ha demostrado tener calidad, innovación y capacidad para competir en los mercados más exigentes del mundo. Nuestra misión es garantizar que los campesinos participen de manera directa en este proceso, con acompañamiento técnico y comercial que se traduzca en ingresos dignos", destacó César Pachón Achury, presidente de la ADR.
Este modelo busca revertir una de las principales dificultades históricas de la agricultura campesina: la dependencia de intermediarios que encarecen la cadena de valor y reducen el margen de ganancia para el productor. Con esta política, se espera fortalecer la soberanía alimentaria y consolidar al campesinado como actor central en el comercio exterior.
La delegación colombiana estuvo integrada por productores de Valle del Cauca, Tolima, Cesar, Córdoba, Antioquia, Chocó, Boyacá, Huila, Sucre y Nariño, territorios donde la agricultura campesina constituye la principal fuente de ingresos y empleo rural.
Entre los testimonios destacados se encuentra el de Claribeth Navarro Izquierdo, representante de Asoseynekun (café y cacao de la Sierra Nevada), quien expresó: "El mercado japonés mostró gran interés en nuestro café y cacao, abriendo la oportunidad de un mayor relacionamiento comercial. A través de estos productos compartimos la biodiversidad y los saberes ancestrales de Colombia".
De igual manera, asociaciones de productores de aguacate Hass de Antioquia resaltaron que esta apertura hacia Asia es clave para diversificar sus destinos, en un contexto donde Estados Unidos y Europa siguen siendo los principales compradores, pero donde la competencia y las regulaciones fitosanitarias generan altos costos de acceso.
Impacto esperado en el desarrollo rural
Los acuerdos alcanzados en Osaka no solo significan un aumento en las exportaciones, sino también nuevas fuentes de empleo para comunidades rurales. Se estima que la demanda de frutas exóticas y productos transformados de cacao y café puede generar un impulso en la economía local, especialmente en regiones afectadas por el desplazamiento o con limitada infraestructura de comercialización.
Además, los compromisos de los compradores incluyen transferencia de conocimiento y asistencia técnica, lo que permitirá a los agricultores colombianos adecuar sus procesos a los estándares internacionales en materia de trazabilidad, certificaciones orgánicas y requisitos de inocuidad alimentaria.
El interés de mercados como Japón y Corea del Sur representa una oportunidad para reposicionar la imagen del campo colombiano en el mundo, pero también plantea desafíos en cuanto a la adaptación tecnológica, la logística de exportación y la sostenibilidad ambiental.
En este sentido, la ADR anticipó que se implementarán programas de acompañamiento técnico en producción limpia, con énfasis en reducir la huella de carbono y el uso de agroquímicos, elementos cada vez más valorados en los mercados internacionales.
La Expo Osaka 2025 dejó en evidencia que los productos del campo colombiano no solo conquistan por su calidad, sino también por el valor cultural, ancestral y comunitario que representan. El desafío ahora será transformar estos primeros acuerdos en alianzas estables y duraderas, capaces de sostener en el tiempo el crecimiento de la agricultura campesina en escenarios globales.