Bolivia

Sorgo bajo control: manejo preventivo asegura sanidad foliar y frena los daños de gusanos

El monitoreo temprano y la aplicación estratégica de insumos permitieron controlar gusanos en un lote de 12 hectáreas en Agrocandelaria. El caso confirma la importancia del manejo integrado para proteger el rendimiento del cultivo.

El sorgo es reconocido por su rusticidad y capacidad de adaptación a condiciones adversas, pero no está exento de sufrir el impacto de plagas que comprometen su rendimiento. Entre ellas, los gusanos destacan como uno de los enemigos más frecuentes y dañinos, capaces de afectar tanto la etapa vegetativa como la reproductiva. El resultado, cuando no se actúa a tiempo, puede ser una merma significativa en la productividad del grano o del forraje y, en consecuencia, en la rentabilidad del productor.

El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) es la plaga más común y agresiva. Su acción se concentra en el cogollo, donde perfora hojas tiernas y puede destruir panojas en formación en infestaciones severas, reduciendo el potencial de cosecha. A esto se suman los gusanos cortadores (Agrotis spp.), que afectan las primeras etapas del cultivo al cortar plántulas al ras del suelo, provocando pérdidas de densidad de siembra y obligando en ocasiones a resiembras que elevan los costos. También se reportan defoliadores y barrenadores, que consumen follaje y penetran tallos y panojas, debilitando la planta y afectando su desarrollo.

Sorgo bajo control: manejo preventivo asegura sanidad foliar y frena los daños de gusanos

Un ejemplo reciente confirma el valor del manejo preventivo. En la finca Agrocandelaria, un lote de 12 hectáreas de sorgo presentó presión temprana de gusanos favorecida por alta humedad nocturna. Frente a esta situación, se realizó un monitoreo inicial para determinar la magnitud del problema. Con base en los resultados -dos gusanos por cada dos panojas muestreadas-, se decidió aplicar de manera estratégica productos fitosanitarios específicos para control de lepidópteros, con el objetivo de actuar antes de que la infestación alcanzara niveles de daño económico.

El resultado fue contundente: se logró un control total de la plaga, se mantuvo la sanidad foliar y el cultivo se proyecta a una cosecha con buen rendimiento. La experiencia demostró que actuar de forma preventiva es más eficiente y menos costoso que esperar a que la infestación se agrave.

El control de gusanos en sorgo no debe depender de una sola herramienta. La recomendación técnica es implementar un Manejo Integrado de Plagas (MIP) que combine medidas preventivas, culturales, biológicas y químicas.

  • Prácticas culturales: rotación de cultivos, destrucción de rastrojos infestados y elección de fechas de siembra que eviten picos poblacionales del gusano cogollero.

  • Control biológico: conservación de enemigos naturales como avispas parasitoides, chinches predadores y hongos entomopatógenos, así como uso de bioplaguicidas como Bacillus thuringiensis.

  • Control químico: aplicación solo cuando el nivel de infestación supera el umbral económico de daño, priorizando la rotación de principios activos para evitar resistencia.

  • Monitoreo permanente: revisiones periódicas para detectar la plaga en fases tempranas, lo que facilita un control más efectivo y económico.

El caso de Agrocandelaria ilustra cómo el monitoreo temprano y la respuesta técnica inmediata permiten contener infestaciones que, de no controlarse, tendrían un impacto directo en los márgenes productivos. Además, resalta la importancia de involucrar a los productores en procesos de capacitación, asegurando que puedan identificar a tiempo los primeros síntomas y aplicar estrategias adecuadas.

El sorgo, cada vez más valorado como cultivo alternativo en sistemas de rotación por su tolerancia a sequías y su aporte a la producción de grano y forraje, requiere una mirada integral en su manejo sanitario. La presión de plagas como el cogollero o los cortadores seguirá presente, pero la experiencia muestra que con prevención, monitoreo y uso racional de insumos, es posible mantener la productividad y asegurar la sostenibilidad del sistema.

En un contexto de cambio climático y variabilidad de lluvias y temperaturas, las plagas encuentran condiciones favorables para expandirse. Por ello, la prevención deja de ser una recomendación y se convierte en una necesidad estratégica para garantizar la rentabilidad de los productores y la seguridad de la cadena agroalimentaria.

Agrolatam.com
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