Pitahaya nicaragüense: arranca la cosecha con más de 129.000 kilos entre Masaya y Managua
Con un inicio prometedor, la fruta dragón se perfila como uno de los cultivos estrella del año para pequeños y medianos productores.
La cosecha de pitahaya en Nicaragua ya está en marcha y promete cifras alentadoras para el sector agroproductivo. Según datos del Ministerio Agropecuario (MAG), hasta mediados de julio se han recolectado 129.000 kilogramos del fruto en los departamentos de Masaya y Managua, principales zonas productoras del país.
La pitahaya, también conocida como fruta dragón, continúa consolidándose como uno de los cultivos de mayor valor comercial y potencial de exportación para Nicaragua. Su cultivo beneficia principalmente a pequeños y medianos productores, quienes apuestan por esta fruta exótica debido a su buena rentabilidad, creciente demanda internacional y bajo requerimiento hídrico.
De acuerdo con el MAG, el cultivo de pitahaya no solo impacta positivamente en la economía de los hogares rurales, sino que también promueve prácticas sostenibles. Los productores han recibido acompañamiento técnico para mejorar el rendimiento de las plantaciones y las condiciones de postcosecha, lo que contribuye a un mejor posicionamiento del producto en los mercados regionales e internacionales.
Masaya, con sus suelos volcánicos y condiciones climáticas favorables, lidera la producción nacional. Mientras tanto, Managua se posiciona como una zona emergente, aumentando progresivamente su volumen cosechado año a año.
En temporadas anteriores, la pitahaya nicaragüense ha logrado abrirse paso en mercados como Estados Unidos, Canadá y algunos países de Europa, lo que ha motivado a los productores a elevar sus estándares de calidad e inocuidad. Esta primera recolección de 129.000 kilos representa un avance significativo hacia las metas de exportación proyectadas para este año.
Proyecciones para 2025
El MAG estima que la producción total durante esta temporada podría superar los 500.000 kilos, si las condiciones climáticas y de mercado se mantienen estables. En este sentido, se continúa trabajando en alianzas público-privadas para mejorar los canales de comercialización, los procesos de empaque y la logística de exportación.
Además, el cultivo ha despertado el interés de nuevas generaciones de agricultores, quienes lo ven como una alternativa innovadora y rentable frente a cultivos tradicionales más vulnerables al cambio climático.
La pitahaya no solo pinta de rojo los campos nicaragüenses, sino que también alimenta esperanzas de crecimiento y prosperidad rural. Con el impulso institucional, el compromiso de los productores y el atractivo de los mercados internacionales, la fruta dragón se afianza como una de las joyas del agro centroamericano en 2025.