Colombia

Colombia reduce la deforestación, pero pierde terreno en su Amazonía más frágil

Aunque el país logró contener la deforestación en relación a años anteriores, la pérdida de bosques en 2024 creció un 43% respecto a 2023, golpeando duramente al ecosistema amazónico. La tensión crece a días de una cumbre clave en Bogotá.

Colombia atraviesa una contradicción ambiental: si bien ha logrado reducir su tasa de deforestación en los últimos tres años, en 2024 registró un fuerte repunte en la pérdida de cobertura forestal, con un impacto concentrado en su frágil territorio amazónico. Así lo confirma el último informe del Ministerio de Ambiente, que pone cifras concretas sobre una crisis ecológica que sigue latente.

El país perdió 113.608 hectáreas (280.700 acres) de bosque en 2024, un 43% más que en 2023, cuando se había alcanzado el mínimo histórico de deforestación. Las principales causas identificadas por el gobierno incluyen la expansión de tierras para pastoreo de ganado, aumento de áreas agrícolas, minería ilegal y crecimiento desordenado de infraestructura en zonas boscosas.

No obstante, si se considera el período 2022-2024 frente a la línea base de 2021, el balance muestra una reducción acumulada del 39%, superando el objetivo del 20% previsto en el Plan Nacional de Desarrollo. En detalle, la deforestación cayó un 22% en 2022, 54% en 2023 y 34% en 2024.

La Amazonía: el eslabón más vulnerable del sistema

El repunte de la deforestación en 2024 tiene una localización crítica: la Amazonía colombiana. Esta región, rica en biodiversidad y hogar de comunidades indígenas y ecosistemas únicos, fue la más afectada por la pérdida de cobertura vegetal, según confirmó la ministra de Ambiente, Lena Estrada Anokazi.

"Todos los esfuerzos realizados no han sido suficientes, porque la deforestación persiste", reconoció. "Llamamos a la sociedad entera a conformar comités por la vida. Nos preocupa especialmente el Arco Amazónico, donde se está perdiendo la conectividad entre los sistemas andino y amazónico".

La ministra remarcó que el gobierno del presidente Gustavo Petro ha contenido la deforestación a niveles muy por debajo de los registrados por la administración anterior, pero aún queda un largo camino por recorrer para estabilizar esta tendencia.

Desde el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM), su directora Ghisliane Echeverry respaldó esta visión, destacando los logros pero subrayando los desafíos persistentes, sobre todo en regiones donde el desarrollo económico y la presión poblacional avanzan sobre el bosque sin planificación.

La Amazonía, además de albergar miles de especies biológicas -muchas aún no clasificadas científicamente-, es uno de los principales sumideros de carbono del planeta. Su protección es considerada tan estratégica como la conservación de los polos, ya que ayuda a regular la temperatura global y a mitigar el cambio climático.

Cumbre en Bogotá: una hoja de ruta para frenar la pérdida

Colombia será sede el próximo 22 de agosto de la 5ª Cumbre de Presidentes de los Estados Parte del Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), en la ciudad de Bogotá. Allí se reunirán los ocho países amazónicos: Brasil, Bolivia, Perú, Ecuador, Colombia, Venezuela, Guyana y Surinam, con el objetivo de adoptar una declaración conjunta que trace un plan de acción hacia 2030.

El borrador incluye compromisos para conservar al menos el 80% del bosque amazónico, frenar la deforestación ilegal y combatir los delitos ambientales transnacionales, todo bajo mecanismos financieros transparentes y participativos. Colombia también impulsa un enfoque de gobernanza inclusiva, que reconozca los derechos de los pueblos indígenas y las comunidades locales.

En paralelo, el gobierno está llevando adelante los Diálogos Regionales Virtuales Amazónicos, entre el 24 de julio y el 6 de agosto, como parte del proceso de construcción colectiva de políticas ambientales de cara a la COP30, que se celebrará en noviembre en Brasil.

El mensaje es claro: no habrá acción climática efectiva a nivel global sin preservar regiones como la Amazonía. Su conservación no solo es una prioridad regional, sino una necesidad planetaria. Como advirtió la ministra Estrada: "Estamos perdiendo el equilibrio entre los sistemas naturales que sostienen la vida. No hay más tiempo que perder".

Agrolatam.com
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