Sector bananero ecuatoriano pide frenar la politización y proteger la economía
Productores alertan que la inseguridad y el uso político del banano ponen en riesgo miles de empleos y la reputación exportadora de Ecuador.
El sector bananero de Ecuador, uno de los pilares de su economía agrícola y motor de miles de empleos rurales, salió a pronunciarse frente a los crecientes intentos de utilizar políticamente los problemas que enfrenta la cadena exportadora.
En un comunicado, el Clúster Bananero expresó su rechazo a las narrativas que, con fines partidistas, buscan vincular al sector con intereses ajenos a su realidad productiva, y advirtió que estas declaraciones "dañan la imagen del país, de los trabajadores y de los productores que sostienen día a día la principal agroexportación ecuatoriana".
Según datos del gremio, el 66 % de los contenedores que salen del país corresponde a banano, y cerca del 30 % de ese volumen se dirige a la Unión Europea, un mercado clave para la estabilidad económica del Ecuador rural. Sin embargo, la creciente inseguridad vinculada a la delincuencia organizada transnacional ha complicado las operaciones logísticas y elevado los costos para exportadores y transportistas.
El sector señala que, en lugar de apoyar soluciones reales a estos desafíos, algunos actores políticos han usado el contexto como herramienta discursiva, generando desinformación y afectando la reputación internacional del banano ecuatoriano, producto reconocido mundialmente por su calidad, trazabilidad y responsabilidad social.
Una cadena que sostiene a miles de familias
El banano ecuatoriano representa no solo un producto de exportación, sino el sustento de más de 250.000 empleos directos y 2 millones de empleos indirectos, entre trabajadores rurales, transportistas, empacadores, comercializadores y técnicos. Cada caja exportada, enfatizan los productores, "refleja el esfuerzo de miles de familias que dependen de esta actividad como su única fuente de ingreso".
El Clúster Bananero recalcó que los retos del sector van mucho más allá de la coyuntura política. A los efectos del crimen organizado se suman factores climáticos, logísticos y de competencia internacional, que presionan los márgenes de rentabilidad y requieren políticas públicas coordinadas.
"Necesitamos herramientas reales de protección, no discursos que entorpezcan la actividad. Cada día el banano ecuatoriano enfrenta enormes desafíos, y sin respaldo estatal se compromete la sostenibilidad del sistema productivo", sostuvo la organización.
Entre las principales preocupaciones destacan los ataques y robos en rutas, la extorsión en zonas portuarias y la infiltración de redes ilícitas en los canales logísticos, que no solo ponen en riesgo las exportaciones, sino también la seguridad de los trabajadores y productores.
El Clúster hizo un llamado a las autoridades nacionales a reforzar los controles de seguridad en puertos, rutas y fincas, e implementar políticas integrales que protejan la cadena agroexportadora, un componente estratégico del PIB nacional y de la estabilidad económica del litoral ecuatoriano.
Asimismo, el sector pidió coherencia a la dirigencia política: "No puede haber un discurso de desarrollo mientras se daña la reputación de quienes generan empleo y divisas. El bienestar del país debe estar por encima de cualquier cálculo partidista", expresaron en su pronunciamiento.
El comunicado subraya que el banano continúa siendo una "joya estratégica" para la economía ecuatoriana, con un impacto que trasciende lo agrícola: sostiene comunidades rurales, impulsa infraestructura, genera divisas y consolida la presencia del país en más de 40 mercados internacionales.
"El banano ecuatoriano ha construido su prestigio a través de décadas de trabajo y compromiso. Hoy necesita respaldo, no estigmatización. Cada caja representa el esfuerzo de un país entero que trabaja por salir adelante pese a la violencia y las dificultades", concluye el documento difundido por el Clúster Bananero.