Perú mantiene al espárrago en la mesa mundial
Con exportaciones que crecen en volumen pero enfrentan precios a la baja, el espárrago peruano refuerza su presencia global en más de 80 países.
El espárrago peruano continúa consolidándose como uno de los principales productos de exportación del país, gracias a su capacidad de producción todo el año y a una red comercial que ya abarca más de 80 destinos internacionales.
En 2024, el mercado global del espárrago alcanzó un valor cercano a 26.000 millones de dólares, con una proyección de crecimiento del 5% anual en la próxima década. Sin embargo, apenas un 10% de esa demanda se cubre mediante comercio internacional, ya que países como Estados Unidos, China y varias naciones europeas dependen en gran medida de su producción local.
Producción global y rol de Perú
La producción mundial de espárragos podría llegar a 10,7 millones de toneladas métricas en 2026, liderada por China, seguida de México, Alemania, Perú y Estados Unidos, que en conjunto concentran más del 80% de la oferta global. El auge responde al interés de los consumidores por dietas saludables y de origen vegetal, que posicionaron al espárrago como un "superalimento" por su alto valor nutricional y bajo aporte calórico.
En este escenario, Perú se ubica como el segundo mayor exportador mundial, apalancado en su capacidad de abastecer los mercados internacionales durante los períodos en que Europa reduce su producción. Mientras países como España, Italia y Grecia se concentran en los meses de marzo a mayo, el modelo peruano se ajusta para cubrir las ventanas comerciales clave, fortaleciendo su competitividad.
Exportaciones 2025: más volumen, menor precio
Entre enero y agosto de 2025, Perú exportó 72.962 toneladas de espárrago por un valor de 256 millones de dólares. Esto significó un 20% más en volumen, pero apenas un 1% de aumento en valor, producto de la caída del 16% en el precio promedio, que se ubicó en 3,50 dólares por kilo.
El repunte en la producción fue favorecido por condiciones climáticas estables y una temporada más corta en Europa, especialmente en España, lo que permitió a los exportadores peruanos mantener su cuota de mercado.
El área cultivada se mantiene en torno a las 28.000 hectáreas, con La Libertad aportando el 50%, Lambayeque el 21% e Ica el 20%. Aunque la superficie tiende a disminuir por los bajos precios y la migración hacia cultivos más rentables frente al cambio climático, algunas empresas anunciaron planes de expansión de entre 100 y 150 hectáreas para 2025, lo que podría elevar la producción en más del 25% respecto al año anterior.
El sector enfrenta presiones crecientes por los costos logísticos, que pueden sumar hasta 2 dólares por kilo exportado, además de la competencia mexicana en Norteamérica y la europea desde España. Estos factores impactan directamente en los márgenes de rentabilidad, pese al aumento de los volúmenes.
No obstante, surgen oportunidades claras: la adopción de tecnologías sostenibles, como el uso de energía solar en campos y plantas de procesamiento, ofrece ahorros operativos y mejora la imagen del producto en los mercados. A su vez, el ingreso a mercados emergentes como Brasil -donde las exportaciones se han triplicado en algunas empresas- y la obtención de certificaciones de alto valor como Zero Residue Pesticides (ZRP) refuerzan la competitividad del espárrago peruano.
El sector se encuentra en un momento decisivo: exporta más, pero gana menos. La caída de precios y los altos costos logísticos limitan la rentabilidad, lo que obliga a replantear la estrategia.
Expertos señalan la necesidad de fortalecer la inteligencia comercial, desarrollar estrategias de precios más efectivas, diversificar mercados hacia Sudamérica y Asia-Pacífico, y mejorar la coordinación entre productores, exportadores y autoridades. Solo un frente unificado permitirá que el espárrago peruano siga siendo protagonista en el comercio agroalimentario mundial.