Chile

Científicos chilenos frenan la maduración de frutillas con levaduras nativas y allanan el camino para conservar fruta fresca

Un proyecto biotecnológico nacional logró prolongar la vida útil de las frutillas en campo gracias a un gas natural producido por levaduras, marcando un hito en la conservación poscosecha.

En San Pedro de Melipilla finalizó con éxito la primera temporada de ensayos en campo de una innovadora tecnología desarrollada en Chile: el uso de levaduras nativas mejoradas para retardar la maduración de frutillas y reducir pérdidas poscosecha. El sistema se basa en cepas seleccionadas de Saccharomyces cerevisiae, capaces de liberar un gas natural que actúa como antimicrobiano y regulador del proceso de senescencia.

Este avance se consiguió mediante mejoramiento genético tradicional de las levaduras, optimizadas para producir el gas de forma controlada durante aproximadamente una semana, tiempo suficiente para extender la frescura del fruto sin alterar su sabor, aroma o textura. Según los investigadores, esta primera experiencia en campo confirmó que la técnica es efectiva y que puede ser incorporada en sistemas productivos comerciales.

Una solución natural para un problema persistente

El proyecto responde a una necesidad histórica del sector frutícola: disminuir las pérdidas que afectan a frutas delicadas como la frutilla, que no es climatérica y por lo tanto no continúa madurando tras la cosecha. Estudios internacionales estiman que entre un 5% y un 55% de la producción puede perderse durante transporte y distribución, ya sea por deterioro físico o microbiológico.

La tecnología fue desarrollada con financiamiento público y la colaboración de instituciones científicas y empresas del sector, entre ellas un equipo de investigación agrícola y una universidad nacional. Además, una firma privada evalúa la posibilidad de licenciar el sistema para ponerlo a disposición de productores y exportadores de berries, con el objetivo de reducir costos, optimizar tiempos y mejorar la calidad de la fruta que llega a los mercados.

La aplicación de este método ofrece ventajas frente a tratamientos químicos tradicionales, ya que se trata de una alternativa biológica, sostenible y segura para el consumidor. Además, el control de la maduración mediante gasotransmisores producidos por levaduras abre oportunidades para su uso en otras frutas y hortalizas, adaptando la tecnología a diferentes realidades productivas y condiciones climáticas.

Con los resultados positivos obtenidos en campo, la siguiente etapa será profundizar en ensayos de laboratorio para caracterizar y optimizar la producción del gas, así como evaluar su efecto en distintos cultivares y variedades. El desafío será escalar la tecnología de manera que sea accesible tanto para grandes exportadores como para pequeños agricultores, contribuyendo a un mejor aprovechamiento de la producción y a la reducción de pérdidas en toda la cadena de valor.

Agrolatam.com
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