Lluvias excesivas golpean los cafetales y el sector teme nuevas pérdidas si continúan las tormentas
Productores reportan caída de granos, suelos saturados y mayor riesgo de roya.
El exceso de lluvias registrado en las últimas semanas en El Salvador ya comenzó a dejar pérdidas significativas en los cafetales, generando preocupación entre los productores y las gremiales del sector, que temen un impacto mayor si las tormentas continúan durante la segunda mitad de octubre.
De acuerdo con la Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal), varias zonas productoras presentan daños visibles, con granos maduros que se han desprendido de las plantas y dificultades para ingresar a las fincas por el exceso de humedad en los suelos.
"En algunas fincas no se ha podido entrar y se nos ha reportado que se ha caído café; nos ha afectado mucho al sector cafetalero", advirtió el presidente de Acafesal, Sergio Ticas, al confirmar que la entidad realiza un censo para determinar el monto exacto de las pérdidas.
Las áreas más afectadas, según los primeros reportes, se encuentran en Comasagua, Huizúcar, Ataco y Chalatenango, además de zonas del oriente del país donde el exceso de agua ha saturado los suelos. En estos lugares, la acumulación de humedad amenaza las raíces de las plantas, lo que podría provocar daños estructurales a largo plazo en los cafetales.
Ticas explicó que, además de las lluvias, el sector enfrenta una escasez de mano de obra, lo que dificulta las tareas de mantenimiento. "Aparte de los efectos del cambio climático, tenemos el problema de falta de personal disponible. Muchos trabajadores evitan entrar a los cafetales por el riesgo de caídas de ramas o árboles durante las tormentas", señaló.
Plagas y enfermedades en aumento
Otro motivo de alarma es la posible expansión de enfermedades como la roya del café y la antracnosis, que suelen proliferar en condiciones de alta humedad. Acafesal confirmó un incremento de casos en el oriente del país, especialmente en zonas como Chinameca, Chalatenango, Ataco y Juayúa.
"Pérdidas definitivamente hay, caída de café y todo, y se puede decir que hay un pequeño incremento en la roya", reconoció Ticas, quien agregó que el problema podría agravarse cuando las lluvias disminuyan y las temperaturas aumenten, creando un ambiente propicio para la expansión del hongo.
El dirigente explicó que, si los productores logran mantener un intervalo de 45 días entre la aplicación de fungicidas y el inicio de la corta, se puede controlar parcialmente el avance de la roya. Sin embargo, en muchas zonas los accesos están bloqueados y las aplicaciones químicas se han visto interrumpidas.
La situación ha generado preocupación no solo entre los cafetaleros, sino también en otros rubros agrícolas. El Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN) informó que en lo que va de octubre ya se ha registrado un 81% de la lluvia esperada para todo el mes, lo que anticipa un cierre de temporada con acumulaciones por encima del promedio histórico.
Riesgo de daños en granos básicos
El exceso de lluvias también podría repercutir en los cultivos de frijol y maíz, según la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo). Su presidente, Luis Treminio, advirtió que, aunque por ahora los daños son mínimos, si las tormentas se repiten en los próximos quince días, "los frijolares podrían pudrirse".
"Estamos vigilantes porque hasta el momento no hay problema, pero los frijolares estaban tiernos y la humedad les afecta cuando están en maduración", explicó. A esto se suma el viento previsto para noviembre, que podría causar la caída de flores y afectar la formación del grano en plantaciones recientes, especialmente las sembradas después de la primera quincena de septiembre.
Tanto Acafesal como Campo llamaron a los productores a mantener la vigilancia sobre sus cultivos, reforzar los sistemas de drenaje y realizar monitoreos constantes para evitar pérdidas mayores. Los técnicos del sector recomiendan aplicar medidas de manejo integrado y evitar el tránsito de maquinaria pesada en suelos saturados, para no agravar la compactación y el daño a las raíces.
El panorama agrícola salvadoreño enfrenta así una combinación de factores de riesgo: lluvias intensas, suelos saturados, falta de personal y mayor presión de plagas. La esperanza de los productores es que el clima se estabilice en las próximas semanas, permitiendo recuperar parte del café perdido y asegurar la cosecha del ciclo 2025-2026.