Haití

Haití busca aliados para transformar su agricultura: nuevo impulso a la cooperación con la FAO

En medio de una crisis múltiple, Haití apuesta por fortalecer su alianza con la FAO para dar un giro sostenible a su agricultura. Seguridad alimentaria, resiliencia climática y manejo del agua están en el centro de la estrategia. ¿Podrá esta cooperación marcar un punto de inflexión?

En un escenario desafiante marcado por crisis sociales, económicas y climáticas, Haití redobla su apuesta por una agricultura resiliente y sostenible de la mano de la cooperación internacional. El pasado 2 de julio de 2025, el ministro interino de Agricultura de Haití, James Cadet, sostuvo una reunión clave con José Luis Fernández, representante de la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) en el país.

El encuentro, celebrado en las oficinas del Ministerio en Damien, tuvo como objetivo reforzar la cooperación estratégica entre Haití y la FAO, a fin de dar un nuevo impulso a las soluciones concretas que necesita el país para enfrentar sus desafíos estructurales en materia agropecuaria.

Durante la reunión, ambas partes revisaron los proyectos en curso implementados por la FAO en territorio haitiano, evaluando su alcance, eficacia e impacto directo en las comunidades rurales. Se identificaron logros importantes, pero también se señalaron áreas que requieren ajustes y mejoras, con el compromiso de adaptar los programas a las realidades locales de manera más eficiente.

Uno de los ejes centrales de la conversación fue la necesidad urgente de garantizar la seguridad alimentaria en un país donde millones de personas enfrentan dificultades para acceder a alimentos suficientes y nutritivos. En este sentido, el gobierno haitiano y la FAO coinciden en que la agricultura debe convertirse en un pilar de recuperación económica, desarrollo inclusivo y estabilidad social.

La resiliencia climática fue otro tema clave en la agenda. Haití se encuentra entre los países más vulnerables al cambio climático en el mundo, con sequías prolongadas, tormentas y degradación del suelo que afectan la producción agrícola. Por ello, se discutieron estrategias para adaptar las prácticas productivas, proteger los medios de vida rurales y aumentar la resistencia de las comunidades frente a fenómenos extremos.

Asimismo, se abordaron nuevas oportunidades de colaboración en la gestión sostenible del agua y del suelo, dos recursos esenciales que requieren planificación urgente para evitar su deterioro. La modernización del agro -mediante la incorporación de tecnologías apropiadas, capacitación técnica y acceso a insumos- también fue señalada como prioridad para elevar la productividad y generar empleo rural.

Tanto el gobierno haitiano como la FAO reafirmaron su compromiso de trabajar en un marco de transparencia, corresponsabilidad y cooperación efectiva, asegurando que cada intervención tenga un impacto real en las poblaciones más vulnerables del país.

Este renovado impulso a la alianza con la FAO representa una señal clara del interés de Haití por transformar su modelo agrícola desde una lógica de emergencia hacia un enfoque de desarrollo estructural y sostenibilidad.

La cooperación técnica y financiera internacional sigue siendo una herramienta clave en este proceso, pero su éxito dependerá de la articulación con actores locales, la apropiación comunitaria de los proyectos y la capacidad institucional para ejecutar programas a largo plazo.

En un país donde la agricultura involucra a más del 50% de la población económicamente activa, reactivar el agro significa reactivar a Haití. Y en esa tarea, la colaboración con socios estratégicos como la FAO puede marcar la diferencia.

Agrolatam.com
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