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Erick y el agro mexicano: huracán inesperado pone en jaque a los cultivos del sur

Una tormenta temprana y poderosa irrumpe en la temporada del Pacífico. El huracán Erick, ya categoría 4 y con vientos de hasta 230km/h, amenaza la región de Oaxaca y Guerrero, corazón del campo mexicano

Agrolatam.com
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En una temporada que recién empieza, agricultores, ganaderos y cooperativas deben prepararse para mitigar pérdidas en cultivos, infraestructura hídrica y rutas de comercialización. 

Erick se desarrolló gradualmente a partir de una baja presión frente a Centroamérica entre el 16 y 17 de junio, alcanzando rápidamente fuerza de huracán. El 18 de junio se clasificó como categoría1 con vientos de 120km/h mientras avanzaba hacia las costas mexicanas. En menos de 24horas, explotó en intensidad y el 19 de junio se convirtió en un huracán categoría4, con ráfagas sostenidas de 230km/h y presión mínima de 939mb, localizado a unos 145km al sureste de Punta Maldonado.

La intensificación fulminante, un aumento de más de 80km/h en 18horas, obedece a las óptimas condiciones meteorológicas: aguas cálidas, atmósfera húmeda y ausencia de cizalladura significativa. Se trata del huracán mayor más temprano en la temporada del Pacífico oriental, adelantado a registros históricos.

Impacto potencial en el sector agropecuario

  • Cultivos de temporal y riego
    - Grandes volúmenes de lluvia, entre 300 y 400mm, podrían inundar parcelas de milpa, maíz nativo y frijol, especialmente en laderas y tierras sin drenaje adecuado.
    - Las lluvias intensas y el posible desborde de arroyos y ríos pueden erosionar superficies agrícolas, comprometer terrazas y dañar infraestructura de tecnificación como canales, acequias y bombas de riego.

  • Ganadería y sanidad animal
    - Zonas rurales con ganado expuesto estarán en riesgo por inundaciones y falta de acceso a insumos, piensos y medicamentos veterinarios, representando también amenazas a la sanidad animal.
    - La movilización de concentrados y apoyo técnico debería anticiparse para evitar enfermedades derivadas de humedad excesiva.

  • Logística y comercialización
    - El cierre de carreteras y daños en centros de acopio pueden interrumpir la cadena de valor, impactando la salida de cosechas y afectando los precios de garantía y la planificación exportadora.
    - La industria frigorífica, plantas de procesamiento de hortalizas y agroexportadores podrían sumar costos por la reprogramación logística.

  • Trazabilidad e infraestructura rural
    - Se deben activar sistemas de buenas prácticas agrícolas (BPA) para asegurar que, tras la emergencia, los productos cultivados sigan siendo trazables y aptos para mercados nacionales e internacionales.
    - Alertas de CONAGUA, CONAFOR y SADER sobre zonas vulnerables deben ser integradas con proyectos de infraestructura hídrica para reducir impactos recurrentes.

Respuesta institucional y del campo

CONAGUA emitió alertas en Oaxaca y Guerrero, advertencias de inundaciones y deslaves. Gobiernos estatales cerraron escuelas, abrieron más de 2000 refugios y desplegaron a miles de elementos de protección civil y la Marina para apoyo a evacuaciones. En Guerrero, específicamente, operan 582 refugios.

Del lado del sector agropecuario, urge:

  • Activar planes de emergencia en cooperativas y asociaciones rurales.

  • Evaluar e implementar seguros agropecuarios de FIRA para mitigar pérdidas.

  • Movilizar líneas de financiamiento rural para restauración de infraestructura y reposición de insumos.

  • Reforzar redes de trabajo técnico, veterinarios y agrónomos para atención a productores.

Cambio climático e innovación: oportunidades clave

El caso de Erick es otro ejemplo de los efectos del cambio climático: lluvias más intensas, tormentas que se intensifican rápidamente, y temporadas que avanzan aceleradas. Esto obliga al sector a:

  • Incorporar innovación y tecnificación, como sensores de humedad, monitoreo satelital, zanja viva, y cuencas de captación adaptativas.

  • Fomentar la sustentabilidad, con agroforestería, terrazas y mantos vivos para evitar erosión.

  • Promover asociatividad para fortalecer redes de comercialización y resiliencia comunitaria.

  • Aprovechar programas SADER, FIRA y ASERCA para acceso a recursos de infraestructura, certificación orgánica y apoyo a denominaciones de origen.

Llamado a la acción

  1. Productores y comunidades rurales: revisar planes de protección, asegurar los cultivos y reubicar el ganado en zonas seguras.

  2. Asociaciones y autoridades: activar protocolos de BPA, trazabilidad y sanidad, y coordinar con políticas estatales y federales.

  3. Inversores y financistas: considerar la temporada como punto de inflexión para apostar por infraestructura resiliente e innovadora.

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