Lagos reluce con su avellano: sur de Chile apunta a liderazgo global
En la Región de Los Lagos, la cosecha de avellano europeo resplandece este año gracias a la impulsión de empresas locales, nuevas tecnologías y una expansión bajo control. Este auge afianza al sur chileno como potencia en frutos secos.
El campo sureño de Chile vuelve a vestirse de éxito con la brillante cosecha de avellano europeo en la Región de Los Lagos. La combinación de clima fértil, tecnología de última generación y una cadena productiva consolidada ha puesto a esta zona en la mira internacional.
Este año, el impulso ha sido liderado por empresas como Nefuen Trading SpA, parte de Grupo Hijuelas, que han promovido innovaciones clave en viveros, prácticas de cosecha y logística. En conjunto, estos avances están generando rendimientos superiores a los 2.500kg por hectárea, acercándose a niveles de optimización comparables con Estados Unidos.
El cultivo, que se diversificó hace dos décadas, ha encontrado en Los Lagos un ecosistema ideal: suelos profundos, lluvias suaves y veranos templados facilitan la adaptación de variedades como Barcelona y Giffoni, que este año alcanzan precios entre US3,20 y US4,20 por kilo, niveles que no se veían desde el auge del productor turco.
Según estimaciones sectoriales, la cosecha nacional se encamina hacia las 80.000-90.000toneladas, consolidando a Chile como el segundo mayor exportador mundial de avellanas con cáscara. Este resultado es fruto de una siembra intensiva: se suman entre 3.000 y 4.000 hectáreas nuevas cada año, reconvirtiendo antiguos campos ganaderos o frutales.
La trazabilidad y calidad del grano son prioridades. Empresas compradoras, como AgriChile (afiliada a Ferrero), exigen estándares rigurosos: humedad menor al 6%, limpieza, ausencia de hongos y certificado de origen. Esto beneficia al productor, mejora la reputación del grano y permite acceder a mercados gourmet en Europa, Japón y Estados Unidos.
No obstante, el crecimiento sostenido trae desafíos reales. Sanidad y fitosanidad son áreas críticas. Plagas como el Naupactus xanthographus, conocido como "burrito", generan pérdidas de hasta 10% en algunos huertos, mientras que condiciones adversas de humedad en zonas más australes interrumpen la cosecha mecanizada.
Organizaciones locales señalan la urgencia de fortalecer estructuras gremiales, capacitar profesionales agrónomos y desarrollar protocolos comunes de manejo y defensa sanitaria. Además, enfatizan que la cooperación entre pequeños y grandes productores es vital para sostener este crecimiento y evitar repetición de crisis asociadas a cultivos intensivos.
El foco en sustentabilidad ambiental también gana relevancia. Productores y compradores trabajan en estrategias de neutralidad de carbono, ahorro hídrico y generación de biomasa. Los avellanos europeos comienzan a destacarse no solo por su rendimiento, sino como ejemplo de sostenibilidad frutícola en suelos forestales redirigidos con responsabilidad.
Hoy, Los Lagos no solo cosecha avellanas: cosecha futuro. Cada centenar de miles de kilos extraídos representa un paso hacia la consolidación del sur de Chile como potencia global en frutos secos. Si continúa así, este cultivo seguirá brillando por muchos inviernos más.