América Latina

Estrategias de manejo integrado contra Lasiodiplodia y Scirtothrips dorsalis en arándano, palto y uva

La fruticultura de exportación enfrenta un doble desafío fitosanitario: un hongo oportunista y un trips invasor que ponen en riesgo cultivos clave. El diagnóstico temprano, la capacitación y el manejo integrado aparecen como las herramientas más efectivas para productores de la región.

La fruticultura de exportación latinoamericana atraviesa un escenario de creciente presión fitosanitaria. Dos enemigos biológicos destacan entre los más desafiantes para la región: la Lasiodiplodia, un hongo oportunista que se activa bajo condiciones de estrés, y el Scirtothrips dorsalis, un insecto invasor de origen asiático que ya impacta en plantaciones de arándano, palto y uva.

Ambos patógenos obligan a los productores a dar un salto de calidad en sus prácticas de prevención y control, ya que la simple observación en campo resulta insuficiente para detectar y contener los daños. El manejo integrado de plagas se consolida como la única vía sostenible para enfrentar estas amenazas, combinando monitoreo técnico, diagnósticos de laboratorio, capacitación de cuadrillas y planes que equilibren el uso de métodos culturales, biológicos y químicos.

Lasiodiplodia: un hongo difícil de detectar

La Lasiodiplodia theobromae está presente en zonas tropicales y subtropicales, afectando a cultivos de alto valor económico. Se trata de un hongo endofítico que, bajo situaciones de estrés como sequías, excesos de agua o heridas en la planta, se transforma en un patógeno altamente agresivo.

Los síntomas iniciales no son específicos: deshidratación, clorosis y decaimiento general que fácilmente pueden confundirse con problemas de raíz u otras enfermedades. Este factor dificulta su identificación temprana y retrasa la toma de decisiones.

Estrategias de manejo integrado contra Lasiodiplodia y Scirtothrips dorsalis en arándano, palto y uva

Uno de los errores más frecuentes en la región es confiar solo en la experiencia visual del técnico de campo. En cambio, los especialistas recomiendan enviar muestras al laboratorio para un diagnóstico certero, paso clave para establecer planes de manejo oportunos.

El control de Lasiodiplodia requiere una estrategia integral que combine:

  • Prácticas culturales para reducir el estrés de la planta y mejorar la sanidad del huerto.

  • Control biológico, aprovechando organismos que limiten el desarrollo del hongo.

  • Aplicaciones químicas bajo rotación, utilizadas solo cuando es necesario, para evitar resistencia.

Además, se destaca que la capacitación del personal de campo es la primera línea de defensa. Solo equipos entrenados pueden reconocer los síntomas iniciales, comprender la epidemiología de la enfermedad y aplicar los métodos de control más adecuados.

Scirtothrips dorsalis: un invasor adaptado al clima latinoamericano

El Scirtothrips dorsalis se ha expandido desde Asia hacia distintos países de América, convirtiéndose en una plaga de alto impacto en arándanos y viñedos. A diferencia de otras especies ya conocidas en la región, este trips posee un ciclo biológico más corto y es menos susceptible a los insecticidas de uso común.

Se alimenta de casi cualquier tejido vegetal joven: tallos, hojas, raquis y frutos recién formados. Este comportamiento lo vuelve especialmente destructivo, ya que puede atacar en diferentes fases del cultivo. Los daños aparecen rápidamente en el follaje con deformaciones y escoriaciones visibles, que afectan tanto el desarrollo vegetativo como la calidad de los frutos.

Estrategias de manejo integrado contra Lasiodiplodia y Scirtothrips dorsalis en arándano, palto y uva

En arándano, la mayor presión ocurre en la brotación y el rebrote, mientras que en uva los momentos críticos son la brotación, floración y cuaja.

Frente a esta plaga, se recomienda un monitoreo constante, revisando partes tiernas de la planta, colocando trampas en puntos estratégicos y prestando especial atención a los bordes de cultivo donde suelen alojarse. Hasta ahora, no se han identificado variedades resistentes: si se cumplen las condiciones ambientales, el daño será inevitable.

La gestión de Scirtothrips dorsalis debe contemplar un enfoque múltiple:

  • Cultural: eliminación de malezas hospederas y control de factores de estrés en la plantación.

  • Biológico y etológico: fomento de enemigos naturales y uso de trampas específicas.

  • Químico: insecticidas aplicados bajo criterios técnicos, con rotación de modos de acción y en cumplimiento con los Límites Máximos de Residuos (LMRs) exigidos por los mercados internacionales.

En este punto, la capacitación vuelve a ser central. Los errores más costosos son intervenir tarde, abusar de moléculas repetidas y descuidar los hospederos secundarios.

Tanto la Lasiodiplodia como el Scirtothrips dorsalis son un desafío regional, que afecta tanto a pequeños agricultores como a grandes agroindustrias. Las diferencias climáticas entre México, Perú o Chile exigen protocolos adaptados a cada realidad productiva, pero con un principio común: el manejo debe ser integral y preventivo.

La presión de los mercados internacionales obliga a sostener la calidad y reducir la dependencia química. De allí que el control biológico, la capacitación de personal y el monitoreo con base científica se transformen en inversiones necesarias para proteger la competitividad de la fruticultura latinoamericana.

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