De la tierra al futuro: la alianza México-Alemania impulsa un campo justo y resiliente
El proyecto Vida y Campo, impulsado por AGRICULTURA y la Cooperación Alemana (GIZ), capacitó a más de 40.000 productores en prácticas agroecológicas.
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (AGRICULTURA) y la Cooperación Técnica Alemana (GIZ) ratificaron su compromiso con la transformación agroecológica del campo mexicano, en el marco de la presentación de resultados del proyecto Vida y Campo, una iniciativa que promueve la producción sostenible, la inclusión social y la innovación tecnológica en las regiones rurales del país.
El encuentro, realizado el 29 de septiembre en Ciudad de México, reafirmó la alianza bilateral en materia de sustentabilidad agrícola, un eje prioritario para el gobierno de la presidenta Claudia Sheinbaum.
El secretario de Agricultura, Julio Berdegué Sacristán, destacó el papel central de los productores rurales en la transición hacia sistemas agroalimentarios más sostenibles. "Reflejan las raíces tan profundas de la agricultura mexicana, pero lo más importante es que reflejan el futuro", expresó.
Berdegué subrayó que la actual administración ha colocado la sostenibilidad y la innovación como pilares de la política agropecuaria nacional, y anunció que a partir de 2026 entrará en vigor un certificado de agroexportación libre de deforestación y de trabajo irregular, con el objetivo de garantizar condiciones laborales dignas y respeto ambiental en el sector exportador.
"No nos interesa una agricultura que se construya sobre trabajo informal, mal pagado o sin derechos a la seguridad social", enfatizó el funcionario.
Vida y Campo: resultados concretos y cooperación estratégica
El proyecto Vida y Campo, activo desde mayo de 2022 y con finalización prevista para octubre de 2025, logró capacitar a más de 40.000 productores en prácticas sostenibles aplicadas a cultivos como agave mezcalero, cacao, café, maíz nativo y miel, además de fomentar la ganadería caprina y ovina bajo criterios de sostenibilidad.
Entre los logros más relevantes se incluyen la creación de dos aplicaciones digitales para la certificación y trazabilidad de productores, la capacitación en gestión financiera y agronegocios para técnicos agropecuarios, y acciones conjuntas de restauración de suelos y conservación de polinizadores, en coordinación con las estrategias nacionales ENASAS y ENCUSP.
El proyecto también promovió la participación activa de mujeres rurales, con más de 30.000 productoras incorporadas en programas de conservación y uso sostenible de recursos naturales.
El productor de mezcal Agustín Alba Vázquez, de Puebla, relató su experiencia con los bioinsumos: "Nunca pensé que los desechos podrían convertirse en abono natural. Ahora cultivamos con nuestros propios recursos y cuidamos la tierra".
Desde Oaxaca, María Mendoza Martínez, productora de maíz nativo, destacó el impacto del acompañamiento técnico: "Nos enseñan a hacer compostas y lixiviados; trabajamos de forma natural, sin tanto químico".
La coordinadora del Programa Biodiversidad de GIZ México, Ingrid Prem, subrayó que esta cooperación fortalece las capacidades locales y fomenta el uso de herramientas digitales que facilitan la trazabilidad y abren nuevos mercados. "Seguimos firmes en nuestro compromiso por un campo digno, con esperanza y oportunidades para todas y todos", afirmó.
El embajador de Alemania en México, Clemens von Goetze, resaltó la cooperación bilateral basada en la confianza mutua. "México es un socio clave en temas de sustentabilidad y seguridad alimentaria. Compartimos la responsabilidad de enfrentar juntos los desafíos del cambio climático y la pérdida de biodiversidad", sostuvo.
El evento incluyó el conversatorio "La cooperación internacional y multilateral: una alianza estratégica para el desarrollo sustentable del campo mexicano", con participación de representantes de la FAO, el IICA y el PNUD, quienes coincidieron en la importancia de fortalecer las alianzas globales para impulsar la resiliencia rural y la inclusión social.
La sinergia entre GIZ y AGRICULTURA también se proyecta hacia el futuro. Ambas instituciones acordaron integrar los aprendizajes de Vida y Campo en el nuevo Programa de Agricultura Sostenible, que contribuirá al cumplimiento del Reglamento Europeo sobre Deforestación y fomentará cadenas de valor libres de impacto ambiental.
Con estos avances, México y Alemania consolidan una cooperación que combina innovación, tecnología y justicia social, y que coloca al campo mexicano como un referente regional en desarrollo rural sostenible.

