Nanotecnología multiplica el rendimiento de semillas en Brasil
Un estudio mostró que nanopartículas minerales mejoran germinación, raíces y resistencia al estrés hídrico.
Innovación agrícola para tiempos de cambio
La Empresa de Pesquisa Agropecuária de Minas Gerais (Epamig), en colaboración con la Universidad Federal de Viçosa (UFV), llevó adelante un estudio que confirma el potencial de la nanotecnología para transformar la agricultura.
En ensayos experimentales con semillas de arroz, una formulación a base de nanopartículas minerales logró aumentar hasta cinco veces el desempeño de las semillas en campo, mejorando la germinación y el desarrollo radicular incluso en condiciones de sequía.
Las nanopartículas utilizadas -de zinc, selenio y boro- actúan como bioestimulantes desde la etapa inicial de crecimiento. Los resultados mostraron un aumento de la germinación hasta el 90 % en escenarios de déficit hídrico, mientras que las raíces crecieron 10 veces más que las de plantas no tratadas.
Este tipo de innovaciones cobra especial relevancia en un contexto de cambio climático acelerado, en el que los eventos extremos y las sequías prolongadas están afectando cada vez más la estabilidad productiva en América Latina. Para muchas zonas agrícolas de Brasil, Argentina y el Cono Sur, el acceso al agua y la capacidad de las plantas para resistir el estrés hídrico se han convertido en factores críticos para sostener los rendimientos.
Mayor resiliencia y menor dependencia de insumos
De acuerdo con Genaina Souza, investigadora responsable del estudio, estas estructuras ultrapequeñas aportan elementos esenciales al desarrollo vegetal y mejoran la absorción de nutrientes, lo que permite reducir la dependencia de fertilizantes convencionales.
Además, la formulación activa mecanismos naturales de defensa en las plantas, incrementando su capacidad para resistir condiciones de estrés climático, como sequías prolongadas. Esta doble acción -nutricional y fisiológica- representa una ventaja significativa frente a los tratamientos tradicionales, que suelen enfocarse únicamente en el aporte de nutrientes.
Souza explicó que el uso de nanopartículas permite liberar gradualmente los elementos en la zona radicular, optimizando la absorción y evitando pérdidas por lixiviación. Esto no solo mejora la eficiencia del uso de nutrientes, sino que también reduce impactos ambientales asociados al uso excesivo de fertilizantes.
La investigadora destacó que la combinación entre eficiencia nutricional y resiliencia climática genera impactos directos sobre la productividad, incluso en ambientes adversos. Este enfoque permite avanzar hacia una agricultura más eficiente y sostenible, en línea con las demandas de adaptación al cambio climático y la necesidad de sistemas agrícolas más resilientes.
Proyección y aplicaciones futuras
A partir de los resultados, Epamig y la UFV realizaron en septiembre el depósito de la patente del proceso y la formulación, abriendo el camino para su uso a escala comercial.
Según Wânia Neves, también integrante del equipo de investigación, este tipo de avances tecnológicos en tolerancia a la sequía tiene implicancias amplias: no solo mejora la productividad agrícola, sino que también promueve un uso más eficiente del agua, reduce la presión sobre fertilizantes y disminuye impactos ambientales en las cadenas productivas.
Aunque los ensayos se realizaron en arroz, los investigadores aseguran que el enfoque puede adaptarse a otros cultivos estratégicos para América Latina, como soja, maíz o trigo, donde la disponibilidad de agua y la resiliencia de las plantas son determinantes para el rendimiento. En regiones semiáridas del Chaco paraguayo, el nordeste brasileño o zonas andinas, estas tecnologías podrían marcar la diferencia entre una campaña exitosa y pérdidas significativas.
Más allá de los resultados técnicos, este desarrollo se enmarca en una tendencia global hacia la incorporación de nanotecnología en la agricultura como herramienta para enfrentar los desafíos de productividad y sostenibilidad. Al potenciar la fisiología de las plantas y optimizar el uso de recursos, estas innovaciones ofrecen una alternativa concreta para producir más con menos, respondiendo a las demandas de seguridad alimentaria y preservación ambiental.