Perú

Nueva inversión internacional de 3,5 millones de euros impulsa cultivo de arándanos en Ica

La financiación permitirá instalar un campo tecnificado de arándanos en el valle de Ica, con impacto en el empleo local y la sostenibilidad productiva.

El crecimiento sostenido en la demanda de arándanos en Europa y Asia sigue generando oportunidades para América Latina. En esta ocasión, una operación de financiamiento internacional por 3,5 millones de euros dará origen a un proyecto agrícola en el valle de Ica (Perú), con el objetivo de cubrir el vacío estacional de suministro entre septiembre y diciembre.

La zona ofrece un microclima de características similares a un invernadero natural, lo que permite extender la cosecha entre agosto y diciembre. Este factor convierte a Ica en un punto estratégico para abastecer al mercado europeo en semanas de alta demanda, cuando la oferta del hemisferio norte ya ha terminado y la del sur aún no está en pleno desarrollo.

Impacto en la región y el empleo

El nuevo emprendimiento abarcará inicialmente 30 hectáreas y apunta a generar 20 empleos permanentes y alrededor de 600 temporales, con especial impacto en la contratación femenina, dado que la fruticultura de exportación es una de las principales fuentes de ocupación en la región. El sector de los arándanos en Ica se ha consolidado como uno de los mayores empleadores agrícolas del país, ofreciendo oportunidades en zonas rurales donde la actividad laboral alternativa es limitada.

Nueva inversión internacional de 3,5 millones de euros impulsa cultivo de arándanos en Ica

La apuesta por este cultivo también abre espacio para que pequeños productores puedan integrarse en cadenas de valor de exportación, siempre y cuando cuenten con acompañamiento técnico. El proyecto contempla la transferencia de conocimientos en prácticas agrícolas sostenibles, mejoramiento genético de variedades y manejo eficiente de recursos, lo que podría extender beneficios más allá de la propia unidad productiva.

Desde la perspectiva de los promotores, esta inversión no se limita al aumento de volúmenes, sino que busca consolidar un modelo agrícola más sostenible. Para ello, se implementarán tecnologías de eficiencia hídrica y energética, un aspecto clave en un territorio donde la disponibilidad de agua es uno de los principales desafíos para la agricultura. El valle de Ica, históricamente reconocido por su productividad, enfrenta en la actualidad tensiones en torno al uso de los recursos hídricos, lo que obliga a introducir innovaciones que garanticen un equilibrio entre competitividad y sostenibilidad.

Los especialistas destacan que el arándano se ha convertido en una de las estrellas de la agroexportación peruana, con envíos que han crecido de forma exponencial en la última década. Hoy, Perú es uno de los principales proveedores de este fruto en el mundo, con un calendario de exportación que le permite cubrir ventanas comerciales en Europa, Estados Unidos y Asia. El nuevo emprendimiento en Ica fortalece esta posición, contribuyendo a mantener el liderazgo regional frente a otros países productores como Chile, México y Argentina.

El impacto no es solo económico. En un contexto de cambio climático y creciente presión sobre los recursos naturales, iniciativas de este tipo también refuerzan la imagen del Perú como proveedor confiable que apuesta por buenas prácticas agrícolas, trazabilidad y responsabilidad social. Esto resulta decisivo frente a consumidores internacionales cada vez más exigentes con la procedencia de los alimentos.

En paralelo, el proyecto busca dar respuesta a uno de los principales retos de la industria: la brecha de oferta entre septiembre y diciembre, meses en los que el consumo de arándanos en Europa y Asia se mantiene alto, pero los volúmenes disponibles en el mercado son escasos. Con el microclima de Ica, es posible producir en ese periodo y aprovechar precios más atractivos, mejorando la rentabilidad para toda la cadena.

A nivel global, la demanda por arándanos no deja de crecer. Se trata de una fruta asociada a beneficios para la salud, rica en antioxidantes y vitaminas, lo que la posiciona como un producto de valor agregado en las góndolas de supermercados y tiendas especializadas. Según estimaciones de organismos internacionales, el consumo per cápita de berries seguirá en ascenso en la próxima década, lo que garantiza espacio para nuevos proyectos y expansión de superficies cultivadas.

En ese escenario, Perú se encuentra en una posición privilegiada. El país cuenta con zonas productivas diversificadas, que van desde La Libertad hasta Ica, lo que permite escalonar la producción y responder con flexibilidad a las exigencias del mercado. Sin embargo, los expertos advierten que este crecimiento debe ir acompañado de una gestión responsable de los recursos, políticas públicas que acompañen al sector y una mayor inversión en investigación e innovación agrícola.

El caso de Ica muestra cómo el financiamiento internacional puede jugar un rol clave en abrir nuevas oportunidades, pero también en exigir estándares más altos de sostenibilidad, eficiencia y responsabilidad social. Los actores involucrados aseguran que no se trata únicamente de sembrar y cosechar, sino de construir un modelo agrícola de largo plazo, resiliente frente al clima y competitivo en los mercados más exigentes del mundo.

Con esta apuesta, Perú no solo consolida su liderazgo en el comercio de arándanos, sino que también reafirma su capacidad de atraer capital extranjero en proyectos de alto impacto. A partir de 2026, cuando el campo entre en plena producción, se espera que Ica fortalezca aún más su papel como uno de los polos agroexportadores más dinámicos del país, contribuyendo al desarrollo económico, la generación de empleo y la diversificación productiva.

Agrolatam.com
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