Honduras entra en una fase crítica dentro de su temporada lluviosa. Este miércoles, el paso de una onda tropical reforzada por la zona de convergencia intertropical trae lluvias intermitentes a moderadas y tormentas eléctricas en varias regiones del país. La situación eleva la presión sobre el campo y demanda medidas ágiles de parte de los productores.

Según el pronóstico del periodo, se esperan abundantes nubes, chubascos y algunos episodios eléctricos, especialmente en las regiones suroccidental y oriental, donde los acumulados serán más intensos. Esta situación se repetirá durante varios días, con lluvias frecuentes y ambiente húmedo entre hoy y el inicio de la próxima semana

Las consecuencias para el sector agropecuario no se harán esperar. En cultivos sensibles como café, hortalizas y granos, la alta humedad puede acelerar la proliferación de enfermedades fúngicas como la roya, el tizón y el mildiu. En suelos ya saturados, la compactación por la maquinaria y el encharcamiento pueden reducir rendimientos y obstaculizar las labores de campo.

Para el sector ganadero, el panorama también encierra desafíos. El suelo blando dificultará el tránsito y la alimentación animal en potreros, y se incrementa el riesgo de enfermedades parasitarias. En zonas con agua estancada, es necesario fortalecer la vacunación y estrategias sanitarias frecuentes.

Frente a esta coyuntura, los técnicos agropecuarios recomiendan acciones urgentes como:

1. Aplicar fungicidas protectores antes de lluvias prolongadas para prevenir daños en cultivos frutales, café y hortalizas.

2. Mejorar drenaje en surcos y parcelas, así como elevar camas de siembra para evitar anegamiento.

3. Reforzar controles sanitarios, limpiar bebederos y vacunar al ganado contra enfermedades transmitidas por mosquitos.

   

4. Planificar la logística de cosecha y almacenamiento, priorizando los días secos y anticipando la recolección para evitar pérdidas por exceso de humedad.

El calendario agrícola sugiere también mejorar prácticas preventivas: rotación de cultivos, uso de variedades tolerantes al agua y adaptación de coberturas de suelo. En ganado, se recomienda el uso de refugios limpios y vacunación intensiva contra leptospirosis y clostridios, habituales tras periodos de lluvias intensas.

Este patrón invernal refuerza la importancia de contar con planificaciones climáticas y técnicas que permitan ganar eficiencia y evitar impactos negativos. La temporada lluviosa, que se extiende desde mayo hasta noviembre, requiere ahora un enfoque integral en campo, que integre clima, sanidad y suelo.

La onda tropical que ahora recorre el país, combinada con vientos del este y una vaguada sobre el Pacífico, mantendrá condiciones inestables en los próximos días. Aunque no representa huracán, su influencia demanda observación y adaptación inmediata por parte de productores, cooperativas y autoridades agrícolas .

Para la economía rural hondureña, la temporada lluviosa actuará de termómetro: si se implementan estrategias preventivas y asistencia técnica, la agroindustria podrá capear la ola. Si no, los efectos pueden escalar rápidamente, con pérdidas en producción y potenciales brotes sanitarios.