Productores paraguayos afinan un sistema para asegurar trazabilidad de la soja rumbo a la Unión Europea
Las principales organizaciones del agro avanzan en la creación de un mecanismo que permitirá certificar el origen y la transparencia de la soja y sus derivados.
El sector sojero paraguayo dio un nuevo paso en su estrategia para mantener la competitividad en los mercados internacionales más exigentes. La Cámara Paraguaya de Exportadores de Cereales y Oleaginosas (Capeco), la Cámara Paraguaya de Procesadores de Oleaginosas y Cereales (Cappro), la Federación de Cooperativas de la Producción (Fecoprod) y la Unión de Gremios de la Producción (UGP) anunciaron avances concretos en la puesta en marcha del Sistema de Identificación de Soja y Derivados con destino a la Unión Europea (SISE-UE).
La iniciativa busca dar respuesta al reglamento europeo de deforestación cero, que entrará en plena vigencia en 2025 y que exige a los países proveedores pruebas fehacientes sobre la trazabilidad de las materias primas. El SISE-UE permitirá seguir el recorrido de la soja desde las parcelas productivas hasta el puerto de exportación, asegurando que los cargamentos cumplan con las normas ambientales y legales requeridas por Bruselas.
Según explicaron las entidades, el trabajo de las últimas semanas se centró en diseñar cláusulas contractuales específicas, documentos y procedimientos estandarizados que otorguen mayor previsibilidad a las operaciones comerciales. Se trata de un marco común que pretende dar seguridad jurídica tanto a productores como a exportadores, reduciendo el riesgo de trabas en destino.
El sistema funcionará bajo un esquema de adhesión voluntaria, en el que cada productor deberá autorizar la verificación de sus parcelas como primer paso del proceso. Una vez incorporado, su producción podrá ser trazada y certificada dentro de la cadena exportadora. "El objetivo es que todos los actores trabajen de manera coordinada para dar garantías de transparencia y sustentabilidad", señalaron los gremios en un comunicado.
La soja es el principal rubro agrícola de Paraguay, con un peso decisivo en la generación de divisas y en el entramado económico de las regiones productoras. La Unión Europea, junto a Brasil y mercados de Asia, representa un destino estratégico para la oleaginosa paraguaya y sus derivados industriales, como harina y aceite. En ese contexto, los gremios insisten en que cumplir con los nuevos requisitos europeos no es solo una obligación regulatoria, sino una oportunidad para posicionar a Paraguay como proveedor confiable en un escenario global de creciente competencia.
De hecho, los gremios advierten que los países que no se adapten a las exigencias corren el riesgo de ver restringido su acceso a Bruselas, lo que tendría un fuerte impacto económico. "Con el SISE-UE queremos anticiparnos a los desafíos y dar una señal clara de compromiso con la producción responsable", remarcaron.
El proceso ahora entra en una etapa clave: capacitar a productores y asesores técnicos para que comprendan los requisitos y puedan decidir su incorporación al sistema con información suficiente. La expectativa es que la mayor parte de la soja paraguaya destinada a la Unión Europea pueda contar con esta trazabilidad antes de que entren en vigor las exigencias de deforestación cero.
El SISE-UE se perfila como una herramienta estratégica para blindar el acceso de la soja paraguaya al mercado europeo, al mismo tiempo que refuerza la imagen del país como un actor comprometido con la sostenibilidad agropecuaria y la transparencia en el comercio internacional.