China abre nuevas oportunidades para los arándanos orgánicos peruanos
El consumo de arándanos en China crece año tras año y Perú se perfila como proveedor de fruta orgánica y de alta calidad, mientras que el mercado del aguacate enfrenta sobreoferta y caída de precios en Europa.
Perú se prepara para una temporada con un fuerte incremento en los volúmenes de arándanos orgánicos, con especial atención a los nuevos destinos en Asia. Mientras que Europa se mantiene como el principal mercado, China comienza a emerger como un jugador clave, en paralelo al fortalecimiento de Estados Unidos como destino prioritario para los aguacates peruanos.
El sector de arándanos destaca que la producción orgánica ofrece una ventaja competitiva en nichos especializados, especialmente en mercados exigentes como Europa, donde se privilegia el cultivo en suelo como requisito de certificación. El diferencial de los arándanos orgánicos está en su capacidad para responder a consumidores más selectivos, que buscan no solo un producto saludable, sino también una mejor experiencia de sabor y textura. Según exportadores, hoy en día los arándanos orgánicos peruanos son más dulces, crujientes y atractivos para el consumidor final.
El interés por Asia se suma a esta tendencia. China ya abrió sus puertas a los arándanos orgánicos peruanos, y aunque aún se trata de un mercado incipiente, se espera que siga una evolución similar a la de Europa y Estados Unidos, con un consumo en crecimiento impulsado por la clase media urbana. El crecimiento del consumo de arándanos en China es constante: pese a que el país tiene producción interna, la demanda de fruta de alta calidad genera oportunidades para los exportadores peruanos.
En términos de precios, la referencia global sigue siendo el mercado convencional. Aun cuando el producto sea orgánico, la cotización tiende a seguir la tendencia de los arándanos tradicionales. Sin embargo, la demanda mundial por fruta certificada sigue siendo sólida, respaldada por consumidores dispuestos a pagar más por un producto con mejor perfil nutricional, ambiental y sensorial.
El sector también reconoce importantes desafíos. Los costos logísticos elevados, los efectos del cambio climático sobre la producción y la escasez de mano de obra en la cosecha impactan la planificación. A esto se suma el riesgo de presión sobre los precios por la creciente oferta mundial, lo que obliga a diversificar destinos para evitar saturar mercados tradicionales.
En contraste, el aguacate peruano enfrenta un escenario más complejo. La última campaña generó altos volúmenes que saturaron el mercado europeo y presionaron los precios a la baja. México mantiene una ventaja estructural por su cercanía al mercado estadounidense, mientras que Colombia ha sentido el impacto de la competencia de Perú junto con mayores costos logísticos.
Aun así, el aguacate conserva su atractivo global gracias a su condición de superalimento y a un consumo que sigue en ascenso en múltiples regiones. La estrategia de los productores se orienta hacia la participación en ferias internacionales y la exploración de nuevos destinos como Indonesia, donde se busca compensar la caída de precios en Europa y sostener el crecimiento de las exportaciones.
Arandanos premiun
El panorama muestra una dualidad: mientras los arándanos orgánicos peruanos avanzan hacia mercados premium con perspectivas positivas en China, Europa y Norteamérica, el aguacate enfrenta el reto de equilibrar oferta y demanda en un contexto de competencia global y altos costos de producción.
Ambos cultivos reflejan la necesidad de que el agro peruano fortalezca la diversificación de mercados, la inversión en innovación y la sostenibilidad productiva, claves para mantener su liderazgo en la exportación de frutas frescas.