Investigadores brasileños han descubierto que el chinche verde (Nezara viridula), una de las principales amenazas para los cultivos de soja, maíz y algodón, presenta una sorprendente capacidad de adaptación intestinal cuando cambia de hospedero, lo que refuerza su potencial como plaga polífaga y de difícil control en sistemas de rotación de cultivos.

Una plaga con inteligencia fisiológica

El estudio, desarrollado por especialistas en entomología y bioquímica vegetal, demostró que Nezara viridula modifica la expresión de enzimas digestivas en función del alimento disponible. Este fenómeno de plasticidad fisiológica le permite al insecto optimizar la digestión y aprovechamiento de nutrientes, incluso en condiciones adversas o frente a cambios de hospedero.

Los resultados fueron observados al comparar la actividad digestiva del chinche alimentado con granos de maíz respecto a aquellos criados sobre soja, su hospedero preferido. La investigación mostró ajustes en la producción de proteasas intestinales, lo cual fortalece su capacidad de persistencia y daño económico en distintos sistemas productivos.

Impacto en el manejo integrado de plagas

Este hallazgo plantea nuevos desafíos para el diseño de estrategias de control sostenible, ya que evidencia que N. viridula no solo sobrevive, sino que se adapta activamente a distintos cultivos, dificultando los esquemas de rotación como única medida de mitigación.

Para los técnicos y productores, esta información es clave para reforzar los sistemas de monitoreo, control biológico y uso racional de fitosanitarios, priorizando soluciones integrales que incluyan manejo por umbrales de daño, uso de cultivares resistentes y protección de enemigos naturales.

El comportamiento del chinche verde vuelve a demostrar que la sanidad vegetal exige innovación constante y decisiones basadas en ciencia. Su adaptabilidad a cultivos como el maíz obliga a repensar los esquemas tradicionales de control y refuerza la necesidad de un enfoque regional coordinado en América Latina para prevenir su expansión y reducir pérdidas económicas en los sistemas agrícolas intensivos.