Nicaragua asegura alimentos: tomate y repollo alcanzan producción récord este junio
Con proyecciones que superan los 108000quintales de tomate y 2,6 millones de repollos, el fortalecimiento técnico y comercial se posiciona como clave para la seguridad alimentaria nacional.
Según el monitoreo del Ministerio Agropecuario de Nicaragua, las cosechas estimadas para junio 2025 alcanzan 108021quintales de tomate y 2,6millones de unidades de repollo, cifras que aseguran un abastecimiento sólido en los mercados internos y respaldan los ingresos de cientos de productores rurales.
Las principales zonas productoras de tomate se concentran en Matagalpa, Estelí y Jinotega, mientras que el repollo es cultivado ampliamente en los valles centrales y regiones agrícolas intensivas. En ambas cadenas, el acompañamiento técnico y la adopción de buenas prácticas agronómicas han sido determinantes para mejorar rendimientos y calidad, consolidando el estatus de estos rubros dentro de la canasta básica y de la seguridad alimentaria nacional.
El fortalecimiento proviene de un enfoque integral: asistencia técnica, semilla certificada, trazabilidad sanitaria y estrategias de mercado que permiten a los pequeños y medianos productores acceder a precios justos y condiciones estables. En el caso del tomate, el aumento de la producción contribuye a mitigar la volatilidad de precios y garantizar oferta continua. En repollo, la producción sostenida refuerza el abastecimiento durante todo el año, disminuyendo brechas estacionales.
Este escenario agroproductivo se enmarca en una política nacional de seguridad alimentaria, donde el Estado reafirma su compromiso con la agricultura familiar y el desarrollo rural. El resultado es doble: se asegura el suministro para los consumidores urbanos y se generan oportunidades económicas para miles de familias rurales.
La sinergia entre cultivo, fortalecimiento institucional y políticas de apoyo ha convertido a tomate y repollo en rubros estratégicos dentro del agro nicaragüense, consolidando una base sólida para la soberanía alimentaria y la estabilidad del campo.