El agua no alcanzó: Sinaloa enfrentará un ciclo agrícola limitado
La ANUR advirtió que el almacenamiento en las presas del norte del estado solo permitirá sembrar el 70 % de la superficie, pese a una leve mejora en las lluvias respecto de años anteriores.
La falta de acumulación suficiente en las presas del norte de Sinaloa vuelve a poner límites al ciclo agrícola de otoño-invierno 2025-2026. Aunque el temporal de lluvias fue mejor que en los dos años previos, el agua embalsada no alcanzó los niveles esperados y solo permitirá cubrir alrededor del 70 % de la superficie cultivable en la región.
Así lo informó Mario Martínez Montiel, tesorero de la Asociación Nacional de Usuarios de Riego (ANUR), quien explicó que el volumen disponible obliga a ajustar los planes de riego en los distintos módulos y priorizar cultivos según su demanda hídrica. "No viene la asignación completa porque las presas no cumplieron la meta de llenado. Viene mejor que en años anteriores, pero no al 100 %", sostuvo el dirigente.
Menos agua, más planificación
El sistema de presas del río Fuerte, que abastece a los municipios de El Fuerte, Ahome, Juan José Ríos y parte de Guasave, acumula actualmente 3.093 millones de metros cúbicos, cifra por debajo de lo necesario para cubrir un ciclo normal de siembras. En total, las obras hidroagrícolas de la región alcanzan solo el 48,3 % de su capacidad de conservación, equivalente a 7.657 millones de metros cúbicos de reserva.
Con estos niveles, los módulos de riego deberán definir qué cultivos podrán establecerse y con qué dotación. Según la ANUR, la disponibilidad permitiría distribuir el agua para cubrir aproximadamente el 70 % de la superficie agrícola, combinando especies de bajo, mediano y alto consumo. Entre los cultivos que podrían ajustarse figuran trigo, maíz, frijol, sorgo y hortalizas, cada uno con requerimientos distintos según zona y fecha de siembra.
El dirigente explicó que en los próximos días los organismos de usuarios deberán afinar los planes de riego y realizar las corridas de asignación, un proceso técnico que define cuántos "millares" de agua corresponderán a cada productor.
Comparación con años anteriores
Pese a las restricciones, el panorama muestra una mejora respecto de los últimos dos ciclos, afectados por la sequía prolongada de 2023 y 2024. Durante esos años, la reducción de lluvias llevó a una caída de entre 35 % y 40 % de la superficie sembrada en el estado, que supera las 600.000 hectáreas en total.
En el Distrito de Riego 075, cuando las presas alcanzan niveles normales, se siembran más de 200.000 hectáreas, mientras que en el Distrito 076 se establecen cerca de 60.000 hectáreas. Este año, si bien no se llegará a esas cifras, las condiciones permitirán una recuperación parcial del área cultivada y mayor estabilidad para los productores.
Martínez Montiel destacó que la mejoría en las precipitaciones de 2025 aliviará las tensiones del sector, pero insistió en que la falta de almacenamiento sigue siendo el principal factor de vulnerabilidad para la agricultura sinaloense. "Tuvimos un temporal aceptable, pero no alcanzó los niveles de captación necesarios para un ciclo completo. La planificación del agua será determinante para evitar pérdidas", afirmó.
Un ciclo condicionado por el clima
La ausencia de lluvias abundantes durante los últimos dos años dejó un déficit estructural en los embalses de Sinaloa, una de las regiones agrícolas más productivas de México. Aunque el actual periodo de lluvias permitió cierta recuperación, el cierre del ciclo pluvial se adelantó y las presas no lograron superar el umbral del 60 % previsto por las autoridades.
De cara al próximo ciclo, los organismos de riego deberán aplicar medidas de uso eficiente del agua y diversificación de cultivos, privilegiando especies de menor demanda hídrica y priorizando la seguridad alimentaria regional.
Aun con la mejora en las reservas, Sinaloa seguirá dependiendo del comportamiento de las lluvias en los próximos meses. La combinación de altas temperaturas, baja recarga en presas y sobreexplotación de acuíferos mantiene la alerta en una zona clave para el abastecimiento de granos y hortalizas en México.