Industria harinera urge agilizar créditos para productores de trigo en Sinaloa
El sector advierte que miles de agricultores carecen de recursos para sembrar, pese a la disponibilidad de agua en los distritos de riego.
La industria harinera de México lanzó un llamado urgente a las instituciones financieras y de gobierno para que se agilice la entrega de créditos agrícolas destinados al ciclo otoño-invierno 2025-2026, especialmente en el estado de Sinaloa, donde los productores enfrentan graves dificultades económicas tras un ciclo anterior marcado por bajos precios del trigo y retrasos en la comercialización.
El director general de Molinera del Fuerte, Simón Enrique Dorado Huitrón, advirtió que los agricultores "no tienen de dónde echar mano" y que muchos se encuentran sin liquidez para iniciar labores de preparación y siembra, pese a que ya se autorizaron los volúmenes de agua para riego en los principales distritos agrícolas del norte del estado.
"Reactivar de manera rápida los créditos y financiamientos para las siembras es urgente, porque muchos productores necesitan recursos ahora mismo. En otros años podían empezar los trabajos con ahorros o excedentes de cosechas anteriores, pero hoy la economía del campo está muy golpeada", señaló Dorado.
El ejecutivo destacó que, tras dos años críticos con apenas el 40 % de la superficie cultivada, la disponibilidad de agua permitirá atender hasta el 70 % del área sembrable en los Distritos de Riego 075 y 076, ubicados en la zona norte de Sinaloa, una de las más productivas del país.
Crisis de liquidez y riesgo en la siembra de trigo
El principal problema que enfrentan los productores de trigo es la falta de acceso al crédito agrícola, agravada por el endeudamiento acumulado y los bajos precios del grano en los ciclos previos. Muchos agricultores no han podido saldar sus compromisos financieros del año pasado, lo que bloquea nuevas líneas de crédito y limita la capacidad de establecer sus cultivos.
El trigo, uno de los pilares de la agricultura sinaloense y materia prima esencial para la industria harinera nacional, requiere bajas temperaturas para su desarrollo óptimo, por lo que su siembra comienza a partir del 15 de noviembre. Si los créditos no se entregan a tiempo, miles de hectáreas podrían quedar sin sembrar, afectando tanto la producción primaria como el suministro industrial de harina en 2026.
Según estimaciones de Molinera del Fuerte, el plan de siembra contempla unas 40 mil hectáreas de trigo, cifra que sería suficiente para cubrir la demanda de la industria si se concreta. "El agua disponible, el rescate del líquido y la activación de pozos garantizan la producción necesaria; lo que no sabemos es si los productores podrán establecer toda esa superficie sin financiamiento", explicó Dorado.
En años anteriores, los agricultores solían iniciar la siembra con recursos propios o adelantos comerciales, pero la caída de precios y el alto costo de los insumos agrícolas -como fertilizantes, diésel y semillas certificadas- han reducido drásticamente su margen de operación.
El campo sinaloense, entre el agua y la falta de crédito
La Comisión Nacional del Agua (Conagua) confirmó que las principales presas del norte de Sinaloa cuentan con niveles que permiten un mayor volumen de riego respecto a los ciclos previos, lo que representa una oportunidad para ampliar la superficie agrícola y recuperar parte del dinamismo productivo perdido en los últimos dos años.
Sin embargo, la disponibilidad hídrica no se traduce automáticamente en productividad si los productores carecen de financiamiento. En Sinaloa, el costo promedio por hectárea de trigo ronda los 35.000 pesos, considerando labores de preparación, insumos y riego. Sin apoyo financiero, los pequeños y medianos agricultores quedan al margen del ciclo productivo.
El sector harinero ha reiterado que la continuidad del suministro de trigo nacional depende directamente de la reactivación de los créditos agrícolas, especialmente a través de FIRA, Financiera Nacional de Desarrollo y la banca comercial, que deberían acelerar procesos y reducir tiempos de aprobación antes del inicio de la siembra.
La recuperación del sector dependerá de que los recursos lleguen con oportunidad. "Hay agua, hay tierra y hay productores dispuestos, pero falta el apoyo financiero", sostienen los empresarios del ramo. De no hacerlo, advierten, Sinaloa podría perder parte de su capacidad productiva y la industria harinera tendría que recurrir a mayores importaciones, encareciendo los costos y afectando la cadena alimentaria nacional.